Sin saber quien realmente era, Corinne Le Buttelierre se enamoró de él. Pero cuando el se dio cuenta de quién era ella no quiso saber nada.
En el retiro del Gran Duque frances, la familia real francesa tiene un viaje en yate junto a la familia del...
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"Los conductores deben detenerse y esperar. Normalmente, todas las luces rojas están encendidas justo antes del inicio de la carrera."
A lo largo de la historia, la evolución de ideas políticas, revoluciones, trancisiones entre otras cosas ocasionaron el paso de reyes a presidentes según el contexto de cada país, algunos se unieron a aquella evolución histórica cambiando de monarquía y de política, en cambio otros, mantuvieron las antiguas leyes, políticas y monarquía.
En Francia quedó esta antigua política luego de la revolución francesa, donde cambiaron por completo el sistema de monarcas, y finalmente volvieron a este. Los reyes siguieron como líderes, los emperadores seguían teniendo el poder absoluto, los príncipes y princesas eran el símbolo de nobleza y realeza, y así persistió en el tiempo, donde actualmente en el reino de Francia gobierna el máximo emperador, y la familia real tenía la mejor imagen mundial.
El ascenso de puestos consistía en la retirada de un monarca o, en casos más trágicos, el fallecimiento. El emperador Lumiere era, para todos, el símbolo de paz y venebolencia, y su familia era considerada símbolo de nobleza absoluta y lealtad. Donde el siguiente al poder absoluto era el Rey Port.
Pero no hablemos de historias que ya tienen su resolución, hablemos de historias que esperan ser contadas.
La historia de la princesa Corinne es la siguiente en la lista, la joven está comprometida y espera su casamiento con ansias para ascender al Trono. Pero un asunto quedaba pendiente.
Conocer a su prometido. El Barón Carlo Di Pietro. Italiano. Todo lo que una mujer quiere. Salvo que Corinne no sabía si lo quería ya que no lo conocía aún.
Y aunque para su compromiso aun faltaba tiempo, el miedo de no ser como ella esperaba estaba allí, el miedo de no conectar con el, el miedo de que no le caiga bien.
Por ello el Gran Duque Francis organizo una reunión real para las familias de ambos, para encontrarse en Italia y convivir por una semana en un yate privado, y, también, proclamar su retirada en su puesto real ya concluido su objetivo.
Sus tacones bajaban de los pequeños escalones del Jet privado acompañado de sus pies delgados y finos bajando con elegancia y superioridad con ayuda de su mayordomo personal. Al tocar tierra firme gira en dirección a del de bigote y le muestra una amable sonrisa agradeciéndole.
—¡Corinne!— Se hace presente una voz chillona del otro lado del campo en el que el avión aterrizó, acercándose con una enorme sonrisa y con sus brazos extendidos llamando la atención de la Princesa Francesa.
—Oh, Jeanette — Muestra una emotiva sonrisa al ver s la pelinegra. —Cuanto ha pasado.
La contraria suelta una pequeña risa al oír la formalidad de la francesa.
