Emperor's Strategy [Español]

Capítulo 9: Cabaña detrás de la montaña

[Capítulo 9: Cabaña detrás de la montaña] No me llamas tan asquerosamente

Después de que los dos hombres se marcharan, el Eunuco Si Xi llevó a Chu Yuan de vuelta a su habitación. Aunque no dijo ni una palabra, estaba tan enojado que se estaba ahogando y se sostenía de la mesa. 

Chu Yuan se rió ante esto: "No tengas miedo de enfermarte, no hay hierbas acá que te ayuden."

"Estos hombres realmente quieren rebelarse ante los cielos." El Eunuco Si Xi suspiró, "Es una pena que el General Shen no esté acá, de otro modo no estarían corriendo desenfrenados."

"No importa que tan bueno fuera nuestro plan, no esperábamos que que Zeng Xuan desertara de la familia Liu." Chu Yuan agitó su cabeza, "Cien secretos y un descuido, es otra lección aprendida."

"Entonces, ¿cuál es el siguiente paso de Su Majestad?" Preguntó el eunuco Si Xi, "Una pequeña guarnición se atreve a actuar temerariamente, deberían tener órdenes de su superior, y no sé qué ocurre en la ciudad capital."

"No es necesario preocuparse tanto por la capital, ya he hecho mis planes." dijo Chu Yuan, "Además, aún está el Rey de Xi Nan, Duan Bai Yue, quien no se quedará parado viendo a los Liu actuar tan temerariamente. Como mucho, alguien vendrá al rescate a medianoche."

"Sí." El eunuco Si Xi asintió con su cabeza, luego se arrodilló en la tierra con lágrimas, "Me temo que este viejo sirviente ya no será capaz de servir a Su Majestad de ahora en adelante."

"¿Por qué?" Las comisuras de la boca de Chu Yuan se elevaron, "¿Quieres quedarte con la familia Liu?"

El Eunuco Si Xi aún estaba suspirando y llorando, pero antes de que terminara de sentirse triste, él escucho esta frase de repente y estaba conmocionado, agitando sus manos, "Su Majestad..."

"Lo sé, quién dijo que te dejaré atras." Chu Yuan lo interrumpió y se agachó para ayudarlo a levantarse, "Gracias, Eunuco, tú me has defendido de aquellos con intenciones malvadas muchas veces en mi infancia. Esta vez, es necesario salvarnos juntos."

"... Esto." El Eunuco Si Xi estaba avergonzado, viendo hacia su propio cuerpo hinchado y gran barriga, no importa como lo viera, aún se miraba como una molestia.

Debí haber sido más sabio y comer menos arroz durante el día.

En el callejón detrás del palacio, Ye Jin cargaba una canasta de vegetales mientras pasaba a un lado.

Un grupo de guardias estaban formados con espadas, sus caras solemnes y dignas, se veían como un ladrillo a lo lejos.

"¡No puedes pasar por esta ruta! Vete ahora." Antes de que Ye Jin pudiera acercarse, él ya estaba siendo alejado or moscas, hizo su cabeza hacia atrás con enojo y se dio vuelta - ¡Si fuera normal, él hubiera peleado de vuelta, tirando medicina por todo el lugar! No importa cuan malo o bueno fuera, tenía que encontrar una manera de ver la cima.

Después de merodear alrededor del palacio, no había grieta por la que pudiera entrar. Ye Jin sintió su pecho pesado y se sentó en la esquina de la tienda de té para aplacar su fuego. A su vez, prestó atención al movimiento del lado opuesto, intentando ver si había alguna oportunidad de pescar en aguas turbulentas (1) por la noche.

El tiempo pasó poco a poco, y la casa de té cerró, Ye Jin subió al techo, escondido en la oscuridad y bostezando. Finalmente era medianoche, y antes de que los guardias enemigos tuvieran tiempo de cambiar de turno, un grupo de hombres de negro cayeron silenciosamente del cielo, las espadas en sus manos cayeron limpiamente y dejaron a la gente en el camino.

Ye Jin: "..."

"¡Alguien! ¡Hay asesinos!" Alguien en el palacio gritó, reconociendo la diferencia.

Antorchas se encendieron inmediatamente iluminando el cielo, y el sonido de espadas chocando era incesante. Algunas personas alrededor se despertaron por el ruido, pero se escondieron debajo de sus sábanas, sin atreverse a salir, sin saber lo que ocurría afuera, pero temblando y esperando a que el silencio volviera.