Midoriya: La diosa de los mil ojos (Fem-Izuku Futa)

Capítulo 7: Cambios y duchas

My Hero Academia pertenece a Kōhei Horikoshi.

(N/A: Esto es una Fem-Izuku Futanari y con un Kōsei —Literalmente— ocular)

Izumi permaneció inconsciente, una semana entera, recibiendo visitas de las alumnas de 1-A y de su madre.

A lo largo de esa semana, la directora y las maestras, se dieron cuenta de cuan importante y valiosa, era Izumi para la U.A, así como su autosacrificio. Por esto mismo, Cementoss comenzó la construcción de los nuevos dormitorios de cada clase de alumnos. Estaba dentro del Campus, a cinco minutos del edificio que ocupa la escuela.

Lentamente, Izumi fue despertando, sus ojos se abrieron y estaba en un lugar desconocido... Pero al mismo tiempo, era muy parecido a su habitación, en su hogar. Mientras intentaba entenderlo todo, su teléfono comenzó a zumbar y ella lo recogió, miro el identificador de llamadas: "Mamá", sus ojos se abrieron y ella contestó de inmediato. —Mamá, estoy en un lugar desconocido, pero... todas las cosas de mi habitación, están aquí.

Escuchó la risa de su madre. «Oh mi amor, no tienes nada de lo que preocuparte» dijo la mujer de cabello verde, esforzándose por calmar a su hija, quien estaba bastante confundida «La Directora Nezumi, mandó a construir este edificio a tu profesora Cementoss y unos hombres de mudanzas, vinieron para llevarlo todo, luego de que Aizawa-Sensei, me lo explicara todo. Esto es para mantenerlos seguras, por si vuelven a verse atacadas por esta "Liga de Villanos" y otros grupos delictivos. La directora dijo, que te tienen alguna clase de sorpresa y el Festival Deportivo, será retrasado, mientras te aclimatas, pues has estado casi dos días inconsciente»

Los ojos de Izumi se abrieron mucho. —E-está bien, Mamá. Te... te llamaré en cuanto pueda —prometió la peliverde, se pasó una mano por el cabello, momento justo, cuando le rugieron las tripas y sonrojándose, buscó más y encontró una llave, que tenía que ser para cerrar la puerta. Agarró las llaves, agarró una camiseta blanca con la palabra «Camiseta» estampado, su sostén verde, sus bragas verdes y una falda verde jade y negro. Fue a bañarse, pero tuvo que recorrer un rato los pasillos, bajar escaleras, encontrarse con Kirishima y Asui, quienes la abrazaron, le agradecieron por haberlas salvado a todas y la besaron en los labios.

—Puedes usar mi lengua como tú quieras —Tsuyu sacó su lengua, llevó sus manos a su espalda, alargó su lengua, hasta atar sus muñecas con su lengua —Shi te intelesha... tengho cielto fetiche por el BDSM.

Ella besó el cuello de Tsuyu, quien devolvió su lengua a su boca y luego la besó en los labios. Se retiró para entrar al baño.

Al hacerlo, encontró a Ochako, Momo y Kyōka, ya secándose el cuerpo, luego de bañarse. Las tres miraron fijamente a Izumi, quien intentaba no prestarles atención, mientras se quitaba su ropa, se lamieron los labios, al ver semejante herramienta. Se metió a bañar y abrió la llave de la ducha, pero un par de brazos la abrazaron por los hombros y dos cuerpos se metieron entre ella y las llaves de la ducha, empujándola hacia atrás. Gimió al sentir a Momo comenzar a acariciarle los pechos, mientras que Ochako movió sus manos a sus nalgas para acariciarlas, mientras que Kyōka metía ese gran miembro de Futa en su boca, esforzándose por tragárselo todo.

Viendo que Kyōka tenía mucho problema para tragarse el miembro de la peliverde, Ochako le agarró la parte posterior de la cabeza a la rockera y empujó, causando que Kyōka abriera los ojos muy grande, mientras se le cortaba el oxigeno y la anaconda bajaba por su garganta. Momo enseñó una sonrisa oscura, mientras usaba su propia pelvis, para que Izumi se moviera y comenzara un movimiento de mete y saca, en la garganta de la pequeña pelivioleta; cuando intentó moverse, Ochako se acercó mucho más, impidiéndole mover su cabeza hacía atrás y en cambio, imitó a Momo, para que Izumi disfrutara de la estrecha garganta de Kyōka, quien comenzaba a perder el conocimiento.

Cuando Kyōka despertó, lo hizo tragando aire y mirando alrededor, topándose con una Ochako a cuatro patas, cuyas caderas eran sujetadas por Izumi, en un frenético mete y saca, mientras ambas gemían y se decían cosas dulces y vomitivas (Para la Rockera, al menos), finalmente, con un gran gemido, Ochako se desplomó en el suelo, con una sonrisa tonta, mientras Izumi se retiraba y dejaba un charco de semen. En lo que la peliverde se vestía e iba a desayunar, dejó a tres súcubos, lamiendo en suelo.