Me despierto por los rayos de sol que atraviesan la ventana de la habitación. Cuando me levanto, observo que Daly sigue todavía dormida, así que decido dejarla dormir porque alomejor su horario de clases no es el mismo que el mío. Me levanto de la cama y voy directa hacia el cuarto de baño para asearme y darme una ducha. Normalmente, prefiero ducharme por las tardes o sobre todo por las noches pero hay veces que hago excepciones, como por ejemplo la de hoy, ya que quiero dar una buena impresión. Una vez termino de lavarme los dientes y ducharme , procedo a coger una toalla y enrollarla en mi cuerpo. Al coger la ropa sucia del suelo y guardarla en el cubo para la ropa que hay que lavar, me doy cuenta de que se me ha olvidado coger la ropa limpia del armario.
Así que sin hacer ruido abro la puerta del cuarto de baño y cuando salgo me quedo impactada por encontrarme con tanta gente.
Daly ya se había despertado, pero seguía en pijama. Al lado de ella, estaba Colden, que lleva puesta una camiseta roja, unos vaqueros negros y unas Jordan, está con el móvil , por otro lado Toby, que lleva unos vaqueros cargo blancos, una camiseta azul claro y unos zapatos Nike negros, está sentado en mi cama, que sorprendentemente ya está hecha y por último, entre las dos camas, es decir en frente mía, está Tayler que lleva unos vaqueros beige, una camiseta de manga corta marrón oscuro en la que puedo ver cómo se le marcan los músculos y algunos tatuajes que tiene y unos zapatos Nike blancos que le quedan genial.¿Cómo puede ser tan guapo este hombre? y otra de mis preguntas es ¿qué tan concentrada estaba en mi ducha, que no me he dado cuenta de que estaban en la habitación?
–¡¿Qué miráis pervertidos?!-le chilla Daly a los chicos al darse cuenta de que los tres me estaban mirando, y yo estaba más roja que un tomate.
–¡Perdón!-dice Toby tapándose los ojos-¡Cerrarlos vosotros también imbéciles!-dice Toby asustado.
–¡Oye que yo no he mirado!,estaba con el móvil, no me chilles cariño-le dice Colden a DalyNo puedo afirmar si Colden me estaba prestando esa innecesaria atención, ya que mis ojos y cabeza estaban enfocados en otro sitio.
–Daly, no montes una escenita de celos ahora-dice en tono burlesco Tayler
–¡Que no estoy montando ninguna escenita de celos joder!-dice desesperada Daly
–Ya veo ya-dice Tayler sonriendo
–¡Deja de sonreír!, he dicho eso porque ocupáis su intimidad -responde Daly-¡Y tú deja ya de mirarla, la estás acosando!
–Dejaré de mirar cuando me dé la gana.Elena,¿te estoy acosando?-Apenas sé qué contestar. Si abro la boca, probablemente diga algo incoherente.
–¿¡Puedo abrir ya los ojos!?-dice Toby desesperado
–¡No!-chillan Tayler y Daly
–¡Me duelen los putos brazos!-dice chillando Toby
–¡Si te duelen los brazos te jodes, ya no hace falta que vayas al gimnasio para hacer brazo!-dice Daly
–Chicos-digo con voz tímida-no creo que haga falta chillar y montar un escándalo.
–¡Si Elena, si hace falta!-me chilla Daly-¡Llevo toda mi vida soportándolos, llega un punto en el que ya se me agota la paciencia! .No estoy acostumbrada a que me chillen de esa forma, normalmente en casa intentamos hablar las cosas y arreglarlas sin la necesidad de llegar al punto de elevar la voz. Eran pequeñas las ocasiones en las que mis padres discutían y cuando lo hacían, sentía como un miedo oscuro e intimidante se apoderaba de mi pequeño y diminuto cuerpo haciéndolo temblar. Además, sentía como por mis mejillas caían lágrimas cargadas de sentimientos indeseables. Odiaba que mis ojos tuvieran que soportar la imagen de mis padres evitándose y que mis oídos tuvieran que presenciar aquellos chillidos e insultos que solo empeoraban la situación. Hoy en día agradezco que mi hermano hablara con nuestros padres sobre los efectos que me producían aquellas discusiones. Siempre estuvo conmigo cuando yo me sentía mal y agradezco que aún lo siga haciendo.
–Daly-dice sin alzar la voz Toby-creo que la conversación se os está yendo de las manos, no veo la necesidad de esta discusión. Elena- dijo refiriéndose a mí aun con los ojos cerrados- ¿Ves necesario esta discusión?
Sabía de sobra que esta pelea no nos llevaría a nada bueno, pero justo cuando iba a contestar Daly se me adelantó.
–¿Que no es necesaria esta discusión?,¿os tengo que recordar lo que pasó hace años?
–Ya basta Daly-dice Tayler en tono frío-vámonos-dice refiriéndose a los demásTayler, Tobias y Colden se marcharon de la habitación y este último le dió una mirada de advertencia a Daly que no supe muy bien cómo interpretar. Cuando cerraron la puerta, Daly se sentó en la cama y hundió su cara en sus manos, me preocupaba que estuviera así. Entiendo lo que se tiene que sentir ser la única chica (sin contar a Astrid) en un grupo prácticamente de chicos y que te ignoren o pasen de tí completamente.
–Daly,¿te encuentras bien?-pregunto con voz calmada
–Si, no te preocupesOdio cuando la gente miente. Sé, que no está bien, que de un modo u otro estas discusiones que tienen en grupo le afectan de una manera espantosa. Soy consciente de que apenas conozco a Daly, pero sé de sobra reconocer los sentimientos de las personas.
–No tenias por que haberte preocupado así por mi-digo mientras me siento a su lado-Podíamos haber solucionado la situación de otra manera.
Cuando Daly levanta la cabeza y veo sus ojos encharcados en lágrimas, veo como el corazón se me encoge.
–No lo entiendes Elena, esta situación ya me había pasado antes y no quiero que vuelva a suceder.
– No te entiendo Daly,¿que había pasado antes?,¿qué quieres decir?Daly me contempló por unos instantes, veía como a través de sus ojos el miedo y la ira me inspeccionaban, no estoy segura del todo, pero intentó decirme algo con la mirada que yo no supe entender.
–Elena-dice cogiendo mis manos- Alejate de Tayler, por favor.
–¿Por qué?-digo en un susurro lleno de intrigaTardó más de lo que pensaba en contestar, pensé que no iba a responder a mi pregunta, pero justo cuando se levantó de la cama, me miró y me dijo:
–Porque no te quiero perder a tí también y sé que tú, no me vas a fallar como amiga .
Y dicho esto, cogió su ropa del armario y se encerró en el cuarto de baño. Yo al igual que ella cogí mi ropa y mi mochila, me vestí y me fui directa a clases.
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Un Irresistible Error
RomanceElena Hernández, una adolescente de 18 años, de estatura media, pelo largo castaño y ojos pardos viaja hacia Alemania para entrar en la universidad de sus sueños, Looverhoke. En ella espera vivir, unas experiencias inolvidables y únicas. Sin embargo...