Más de lo que podía

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Era una mañana bastante atareada para Kang Dai, tenía demasiados pendientes encima y apenas podía con ella misma. Le había salido caro la idea de mudarse a corea hace 8 años, probablemente si no hubiera tomado aquella decisión, en este momento estaría tomando un rico licuado en la comodidad de su habitación, pero ella odiaba el home office, prefería mantenerse activa, así que solo se aguantaba, pero para ser honestos, Dai se podía calificar entre las mujeres mas ocupadas del mundo, las primeras ella creía que eran las madres.

Comenzó a tachar cosas en su tableta, llevaba mil cajas encima, era complicado definir el empleo que Dai tenía, pero lo explicaremos sencillo, se encargaba de los vestuarios, maquillaje y fotos de artistas y sus bailarines, puede que sonara sencillo pero realmente no lo era.

Gracias a todas sus especialidades y cursos, la habían tomado como la mejor diseñadora de modas, maquillista profesional y fotógrafa, aunque para las dos primeras si había estudiado, la fotografía era mas su hobby, sin embargo, lo hacía demasiado bien que sus jefes no dudaron en sumarle una tarea mas a todo lo que ya hacía.

Y Dai no sabia decir que no.

Justo como el día de ayer, cuando le pidieron grabar nuevamente una clase de la famosa coreógrafa Bada Lee.

-Me voy, algodón, deséale suerte a mamá.-murmuro Dai mientras intentaba salir por la puerta de su departamento.

Escucho un maullido en respuesta y sonrió enternecida, tenia un lindo gato calicó, lo amaba. Se aseguro de cerrar bien y camino hasta el elevador, tratando de ver por los lados de la cajas, llevaba 4 en total, pues hoy tendría pruebas de vestuario. Su estudio se encontraba en el edificio en donde trabajaba, pero ella había decidido continuar con aquel proyecto que tenia en casa.

Era ropa mas personalizada, por eso había decidido hacerla fuera de su estudio.

-Medir a las 12, checar las memorias de las cámaras ya que a las 3 se graba, medir de nuevo, mostrar opciones...-murmuraba mientras se bajaba del coche y tomaba todas las cajas que llevaba con ella.

Como pudo pico el seguro del auto y emprendió su camino hacia el edificio, mostro su tarjeta y le dieron el pase. Antes de subir al elevador vio un gran cartel que decía "en reparación".

-Excelente.-sonrió mientras sentía como se formaba el tic en su ojo.

Suspiro fuertemente y pensó en que hace mucho no hacia pilates, aquello le ayudaría a seguir en forma, así que emprendió su camino por las escaleras de emergencia, iba directo a la planta numero 12, un poco mas de 150 escalones.

-Muestra de colores a las 2, comprar arena...MIERDA.-soltó un grito cuando sintió su pie resbalar con el penúltimo escalón casi por llegar al piso.

Supo que seria su fin, que saldría rodando por todas las escaleras y que ya se había quebrado una pierna, le darían incapacidad y después la correrían porque ya no podría hacer bien su trabajo, sí, todo eso pensó en los 2 segundos en los que se resbalo.

Pero no sintió dolor, mantenía los ojos cerrados con fuerza.

-¿Ya me morí?-murmuro pero no se sentía muerta, se sentía como ella aun.

-No, casi, pero no.-escucho una voz conocida a su espalda y justo ahí fue cuando abrió los ojos de golpe y trato de recomponerse.

-Oh...-miro hacia abajo y noto ambas manos largas en sus caderas, su cara automáticamente se sonrojo y trago duro.

-¿Estas bien? ¿por qué traes tantas cosas?.-pregunto Bada mientras intentaba ayudarla a ponerse bien de pie.

-Son pruebas de vestuario.-simplemente respondió y tomo las cajas con fuerza para seguir tapando su rostro.

I know u | BADA LEE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora