I know u | BADA LEE|

Crisis pt2

Después de aquella profunda charla y de miles de sentimientos encontrados, ambas chicas se habían limpiado las lagrimas mutuamente, recordando viejos tiempos y riéndose de varios de aquellos recuerdos.

Juntas se levantaron del frio suelo, mientras pequeñas sonrisas colgaban de sus labios, Dai iba sosteniendo el brazo ajeno mientras daba pequeñas caricias en donde el tatuaje de Bada se posaba.

—Siempre me ha gustado mucho tu tatuaje.—le dijo Dai mientras admiraba la ola dibujada en su brazo.

—¿Sí? he pensado en realizarme más.—confeso la pelinegra mientras su caminata iba mas lento, no quería que Dai la soltara.

—Es que todo te queda bien, Bada.—alago Dai mientras comenzaba a sentirse expuesta.

Bada se detuvo de repente en seco mientras la miraba de arriba a abajo con una sonrisa de lado.

—A ti también todo te queda bien.—admitió Bada mientras tomaba la mano ajena y la hacia dar una vuelta.

Dai rio ante aquello y sus mejillas se tornaron muy rojas, juraba que iba sentir que su corazón explotaba dentro de su pecho.

Y mas por lo que vino a continuación, Bada la había atraído hacía ella y había puesto una de sus manos entre su cuello y su nuca, enredando sus largos dedos entre los cabellos castaños.

Dai soltó un suspiro un poco sorprendida, Bada solo miraba los labios ajenos y no dudo en acercarse a ellos de nuevo, sintiendo como apenas y sus comisuras rozaban, estaba dispuesta a besarla de una vez por todas.

Pero una Tatter apareció abriendo la puerta del salón en donde se encontraban ensayando.

—Oh, Unnies, lo siento venia por agua.—se avergonzó la rubia mientras una pequeña sonrisa cómplice salía de sus labios, al ver a quienes consideraba sus hermanas, estar tan cerca, le ponía feliz que de nuevo se llevaran bien.

Dai abrió los ojos en grande y comenzó a negar con la cabeza mientras se alejaba de la mas alta.

—Bada se siente mejor, creo que puede seguir ensayando.—murmuro Dai tratando de desviar el tema.

—Que bueno, Unnie, estábamos muy preocupadas.—dijo Tatter mientras se acercaba a darle un pequeño abrazo a la mas alta.

—Maldita mocosa.—le susurro Bada en el oído a Tatter, la rubia solo quiso soltar la carcajada al saber que estaba siendo regañada por interrumpir el intimo momento.

—Entonces sigamos ensayando, Dai unnie deberías quedarte, no vaya a ser que Bada se vuelva a sentir mal.—dijo con voz muy preocupada la mas pequeña mientras jalaba de Dai hacia el estudio.

Dai simplemente acepto y se adentraron, vio a todos los bailarines aun ensayando y a una Lusher que casi entraba en una crisis también.

—Muy bien, quiero verlos de nuevo.—dijo Bada con voz de autoridad y todos comenzaron a realizar la rutina.

De nuevo hubo la misma equivocación y la pelinegra volvió a revisar las posiciones que tenia escritas en su cuaderno.

—No entiendo por que no sale, si los tengo a todos bien.—pensó Bada analizando la situación.

—¿Puedo ver?.—le pregunto Dai, no quería entrometerse pero si podía ayudar a Bada lo haría sin dudarlo.

—Claro, cielo.—asintió la más alta mientras le daba su cuaderno.

Dai intento ignorar aquel apodo o sino no podría concentrarse, reviso las posiciones y luego vio a los bailarines.

—¿Podrían hacerlo una vez mas?.—Pidió Dai y todos asintieron.