Capitulo 2: Devils Never Cry

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Lo siento por la tardanza, pero estaba jugando Devil May Cry 5 y me acordé de uno de mis Soundtrack favoritos y lo puse como titulo.
Ojito, hay y habrá algunas referencias a videojuegos como Bayonetta, Devil May Cry, God Of War y alguna que otra cosa que esté jugando.

Bueno, los dejo con el capítulo.

Bueno, los dejo con el capítulo

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-¡¿Arlecchino, que carajos?!

Columbina gritó con molestia, un enojo que asustó e hizo que Alodie y Elodie se escondieran en el primer lugar que encontraron.

-Si así le grita a mamá, ¿Que no nos hará a nosotras?

-Tengo miedo Elodie...

Ambas gemelas se estaban abrazando dentro de un armario que estaba en la primer habitación que vieron, ambas no sabían que esconderse de Columbina no servía de nada, pues ella fácilmente las podía encontrar con el sonido de sus corazones.

Arlecchino tragó saliva, pues solo fue la impresión de Columbina al procesar lo que dijo su esposa. Por suerte no hubo discusión, ya que dentro de esa apariencia terrorífica había una persona muy calmada y sensata... Pero hasta la persona mas tranquila tiene un punto de quiebre.

-Dime que me estás jodiendo.

La voz calmada de Columbina daba aun mas miedo que los gritos de la ángel, Arlecchino sintió un poco de miedo por su mujer, mas por el instinto demoniaco de peligro al estar con el depredador de los demonios.

-No es broma, Columbina.

-¿Y porqué mierda quieres casarte con esa perra?

Columbina preguntó con una calma llena de ira y ahora si... muchos, demasiados celos.

-Yo quiero ver a mis niñas, quiero entrenarlas por mas tiempo... si no lo hago morirán por mi maldición.

Arlecchino se quedaba callada para pensar muy bien sus palabras, pues Columbina podría descontrolarse y resultaría fatal

-¡No me importa! ¡Son unas bastardas que nunca debieron nacer! Y te lo diré bien claro, si me obligas a compartirte con esa maldita arpía, ¡te vas a arrepentir!

Las gemelas escucharon claramente lo que Columbina dijo sobre ellas, ambas estaban llorando por el miedo que sentían en ese momento. El miedo era mas que nada por lo que les podía hacer Columbina, pues por instinto le temían aun mas.

Arlecchino perdió el miedo cuando su esposa habló así de sus hijas, después de todo son sangre de su sangre y carne de su carne.
Ella se acercó a Columbina y la tomó del brazo.

-¡De mis hijas no vas a hablar así! Y déjame decirte una cosa que se te tiene que quedar bien metida en esa cabeza llena de plumas,¡A mi no me amenazas, mucho menos a la mamá de mis hijas!

Herederas de la deshonra  (Arlefuri y Arlebina) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora