Confusión.

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--¡Odette, tienes que ver lo que sucedió!

--¡Auch!

La rubia se había caído del sillón y el tazón de palomitas que tenía en sus manos lo tiró sin querer hacia arriba, logrando que terminara en su cabeza y las palomitas regadas por el piso.

--¿Otra vez viendo El Prisionero de Azkaban? Ya suelta esa película, ve otra parte al menos.

--Cállate y ayúdame a levantarme, me di un buen golpe por tu culpa.

--Perdón, hermanita, pero es muy serio lo que me ocurrió.

--¿Qué ocurrió? Y por cierto, ¿por qué llegaste tan rápido? Te fuiste hace sólo media hora.

--¡Ese es el caso, mi trabajo no está allí! ¡Toda la ciudad está diferente!

--¿Pero que dices, pedazo de esquizofrénica?

--¡Oye! Respeta niña, además, es cierto. En lugar del restaurante hay una mansión.

--¿Cómo explicas que el jueves fuiste a trabajar como cualquier otro día y que hoy vienes con el cuento de qué hay una mansión en su lugar? Eres rara, toma tus pastillas.

--¡No miento!

--Obviamente.

--¡Deja de burlarte con tu tono de lógica que es claramente falso!

--Dime algo que tenga sentido y dejo de hacerlo.

--Odette, te juro que es cierto, además tú mejor ni opines que te llegó la carta de Hogwarts. ¡Y hasta hace unos días eran libros!

--¡Y películas!

--Da igual, te llegó esa carta, era lógicamente imposible.

--¡No metas mi carta en este asunto!

--¡Pues escúchame sin burlarte! Y dejemos de gritar, por favor.

--Bien, pero explica bien. ¿Cómo es que lo que me dices es posible?

--Mira, yo tampoco tengo una explicación, no una lógica, pero peina ese nido de rata que tienes por cabello y vamos, lo verás tú misma.

--Me tienes envidia porque tu cabello es del color de la defecación de los seres vivos.

--¡Odette! Es castaño, mocosa insolente.

--Sí, sí, lo que digas.

Cuando estuvieron listas salieron de su casa rumbo al antiguo trabajo de su hermana.

Odette estaba dispuesta a reírse en la cara de Alexa cuando llegaran al restaurante, pero para su sorpresa decía la verdad. Había una gigantesca mansión de estructura antigua en dónde debía estar la <<hasta hace cuatro días>> moderna edificación.

En estos momentos no le encontraba el más mínimo sentido, porque es que no lo tenía. ¿Qué había ocurrido con la ciudad? Todo a su alrededor parecía sacado de una película antigua, tenía que admitir que era hermoso, pero totalmente incomprensible.

--¿Ahora ves que tenía razón?

--Bien. Por esta vez lo acepto. Pero ahora la pregunta es, ¿cómo la ciudad cambió así?

--No tengo ni la menor idea, hermana, pero tampoco ningún buen presentimiento.

--Alexa, déjame decirte que por primera vez estamos de acuerdo.

Algo extraño estaba pasando, algo peligrosamente extraño.

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⏰ Última actualización: Oct 24 ⏰

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