"No sé dónde estoy, en qué me he convertido, dónde he terminado, pero no puedo encontrarte en los lugares a los que decido marcharme... Me está matando por dentro el recordar esa trágica escena... El instante en el que mi universo entero se perdió en cuanto decidieron apartarte de mí.
Siento mucho no haberte salvado cuando tuve la oportunidad... Me quedé estática al segundo y no tuve el valor suficiente de detener ese ataque que no te merecías... No te merecías una muerte así... No te merecías abandonar el mundo de esa forma. No cuando tenías tanto contra el qué luchar... Tanto por lo que vivir.
No debí planear nada con Kosei... Ese tiempo desperdiciado te costó la vida y no fui capaz de librarme de su odio e ir a tu rescate. Eras mucho más importante que ese capricho, Milon. Fue un asco no ponerte como mi prioridad en ese momento.
El recuerdo de tu cuerpo en el suelo, siendo rodeado por un charco de sangre es la pesadilla que me atormenta cada noche al intentar dormir... Me come tanto que no puedo ni comer y no sé cómo seguir con mi existencia si no te tengo a mi lado. Porque cuando te fuiste... Arrancaste algo de mí que nunca volveré a tener; Mi alma...Milon... Te extraño demasiado... Si llego a desaparecer de la Tierra... ¿Dices que pueda reencontrarme contigo?
Te amo, diablito. Y en serio... Te amo..."
Eso fue lo último que aquella muchacha de hermoso cabello rubio pudo escribirle al amor de su vida. Lo último que pudo escribir desde el fondo de su corazón antes de decidir acabar con ese tan profundo dolor que la llevaba carcomiendo desde que presenció su muerte.
Habían pasado años, pero le seguía afectando como la primera vez en la que lo vio en el suelo sin vida, cubierto de sangre y sin rastro alguno de brillo en su mirar.
Eso fue lo que más le afectó, percatarse que nunca más volvería a despertar sin encontrarse con esos tan lindos ojos que, sin decir nada, expresaban todo lo que Milon no le alcanzaba con palabras. Porque para él, decirle que la amaba no era suficiente. A veces solía desear que Eliza le quitara los ojos para que ella pudiera verse a través de los suyos, así creyera cuando le decía que era la mujer más hermosa de todas. La única que lo hacía vivir un paraíso en la misma tierra.Pero ya no era posible. A Eliza le tocó despedirse de esos sueños que planearon juntos, de esos recuerdos que grabó en su memoria y de esas emociones que florecían cada que estaban juntos. Ya no le quedaba nada y no exageraba cuando decía que le parecía imposible hasta respirar. ¿Qué sentido tenía vivir cuando no tenía razones para existir? Cuando aún tenía la viva imágen del cuerpo muerto de su novio en su mente cada noche, pensando en todas las posibilidades de haberlo salvado, pero ya no lo soportaba y quería acabar con eso.
Quería verlo otra vez...Su último delirio antes de perecer, fue el de los dos bailando bajo la luna, a la orilla del río en el cual ambos se declararon su amor por primera vez. A esa rubia le costó entender el por qué el agua había perdido su brillante color hasta que murió. Era la representación de su ser ante esa pérdida. Ya no era pura... Se había contaminado gracias a la sangre y ácido del ser humano al buscar un bien común que solo los llevó a su perdición.
Y así se despidió, deseando ver a su chico en el infierno.
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Una vez más...
FIN ♡
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Akemi's Love ❤️
Romance"Podrían pasar años. Pero sé perfectamente que en esta vida y en las que me quedan te buscaré para devolverte la felicidad que tú, con esa tan cálida sonrisa, me entregaste dulcemente...♡" (Voy a llorar haciendo esto)