"Podrían pasar años. Pero sé perfectamente que en esta vida y en las que me quedan te buscaré para devolverte la felicidad que tú, con esa tan cálida sonrisa, me entregaste dulcemente...♡"
(Voy a llorar haciendo esto)
Tan odiosa, tan intensa, tan irritante, tan infantil, tan insoportable, tan increíblemente preciosa... Ese cabello dorado, esos ojos color manjar, esos labios rosados cual flor en primavera y esa tierna esencia son cosas que te definen. Qué cursi. Miento si me atrevo a decir que no eres un ángel para mí, porque caíste del cielo cuando ni yo me tenía fe en el amor.
Pero lo curioso es...
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Que somos muy opuestos al otro.
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Lo que me confunde demasiado. No coincidimos en nada y aún así el amor que me das me complementa de más.
¿Podrías acaso explicarme cómo fue que enamoré de ti cuando en lugar de eso tuve que haberte odiado? Dime en qué momento me robaste el corazón que ahora ya no puedo remediarlo. Te detesto y a la vez te amo. Es un sentimiento al que soy incapaz de resistirme y a veces llega a desquiciarme. ¿Lo extraño? Es que me encanta...
Pero déjame decirte algo... De mí no escaparás tan fácilmente porque me tienes. Me tienes sin dudarlo.
Dime, Kaylee. ¿En las noches piensas en mí mirando a las estrellas? Porque yo sí y no me importa si lo que te voy a confesar te llega a sonar ridículo. A veces incluso peleo con la luna ya que ese brillo que desprende no se compara al de tu belleza.
...
...
...
Mitch: Creo que te amo.
Kaylee: ¿Qué? Dilo otra vez.
Mitch: Creo que te amo.
Kaylee: ¿Lo crees?
Mitch: Mmm... Espera... Creo que no tiene sentido.
Mitch: Mejor dicho... Estoy seguro de que te amo.
Mitch: ¡No! Te amo.
Esto suena tan vergonzoso... Espero nadie esté escuchándome o lloraré de vergüenza.
Kaylee: Je, je, je.
Sin embargo, tu risa me cura. No tengo porqué pensar en lo demás, entonces. Porque te amo. . . . . . . .
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