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“Lucerys, por favor, no te vayas a Dragonstone.” Le susurró un Aemond de nueve años al mencionado, mientras se fundían en un largo y amargo abrazo.

“No quiero irme, pero es una orden directa de mi madre” respondió el pequeño castaño con una lágrima resbalando por su ojo.

“No quiero quedarme solo aquí.”

Cuando él de ojos violetas dijo esto último, hizo que Luke quisiera llevarse a su tío con él y su familia. No quería dejarlo con su hermano Aegon, quien lo trataba horrible. O con su madre, Alicent, quien podría no verlo durante días y no se preocupaba en lo absoluto por él. Ni hablar de su abuelo.

Aemond estaba solo.

“Ven con nosotros a Dragonstone.” Dijo Lucerys con emoción y una pequeña sonrisa. “Vamos a preguntarle a mamá.”

Aemond asintió y ambos pequeños salieron corriendo hacia los aposentos de la princesa Rhaenyra, quien estaba dándole de comer al pequeño Joffrey.

“¡Mamá!”, gritó Luke con una sonrisa en sus labios, siendo seguido por el medio-hermano de la princesa.

“Hermana.” Saludó Aemond con timidez, limpiando una vez más los rastros de lágrimas.

Las cuales no pasaron por desapercibido por Rhaenyra.

“Hola mis chicos, ¿Necesitan algo?” Dijo la hermosa mujer mirándolos.

“¿Puede Aemond venir a vivir con nosotros a Dragonstone?” Pregunto Lucerys acercándose a su madre. “Por favor, di que sí.”

Rhaenyra miro con ternura a su pequeño hijo y le dejo un beso en la frente. Aemond se acercó también hacia su hermana, está última le pidió que se acercará más para después también dejar un beso en la frente del pequeño.

“Esa no es una decisión que yo pueda tomar, pero si así lo fuera, por supuesto que dejaría que Aemond viniera con nosotros.” Explico la heredera del trono. “Sin embargo, quien tiene que acceder es el rey y la reina.” Dijo con una mueca. “Más tarde hablaré con ellos, y obtendremos una respuesta. Mientras tanto, vayan a sus clases en la biblioteca.”

Los pequeños asintieron, ahora un poco más tranquillos, y se dirigieron a donde la princesa los envío.

...

Las cosas no estuvieron a favor de los pequeños y aunque la princesa Rhaenyra trato varios intentos, Alicent no accedió.

Al final el Rey le dijo que permitiría que el príncipe Aemond fuera al menos tres días de la semana a Dragonstone. Y aunque la reina quiso interponerse en eso también, no lo logro.

Aemond y Lucerys no parecían felices con la decisión final, pero cuando Rhaenyra les dijo que eso era muchísimo mejor, que a no volverse a mirar en meses. Fue entonces cuando ambos aceptaron esa decisión también.

Aemond estaría pasando tres días a la semana en Dragonstone junto a su hermana y sus hijos.

Eso estaba bien.

...

Ya estoy trabajando en los capítulos ☝🏻

My Strange Addiction | lucemondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora