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Llovia

El policia la cubria cuanto podia con un gran paraguas aunque su brazo se empapaba provocandole escalofrios y el frio volvia a calar sus huesos como el dia anterior, las lagrimas se negaban a salir, o quiza ya no tenia lagrimas que derramar. Su garganta se secaba de golpe cerrandose haciendole un nudo en el estomago que luchaba por dejar fluir la bilis a su boca sin conseguirlo.

Ante ella dos ataudes identicos de madera marron relucientes a pesar de la lluvia acumulaban las gotas suspendidos sobre un agujero en la tierra

En el entierro no había nadie mas alla de la unidad de su padre, los cuales vinieron uniformados a guardar el respeto a este, su mujer y a Violet con miradas entristecidas. Su padre habia sido policia en vida de ahi el gran trato hacia ella, pero ella no lo deseaba

Quien deberia estar ahi dentro soy yo, no ellos

Lentamente fueron bajando los ataudes a su nuevo descanso eterno, no le habian dejado ver los cadaveres, solo sabia que el choque habia sido grave y por ello solo le dejaban ver los atudes ya cerrados.

Una vez dentro Violet se acerco saliendo del amparo del paraguas para arrodillarse y lanzar un par de rosas blancas, las favoritas de su madre, sobre ambas cajas de madera. Mirando abajo las lagrimas al fin comenzaron a salir seguidas de un llanto terrible. El agente que la acompañaba se acerco con rapidez tomandola por un brazo para levantarla del suelo, ella forcejeo pero el tenia demasiada fuerza y la apreto contra él escondiendo su cara.

El cura termino de hacer sus oraciones, el enterrador acabo de echar la tierra y sus padres quedaron finalmente sepultados. Los policias comenzaban a irse de vuelta a su trabajo uno a uno no sin antes darle el pesame y apretarle el hombro o darle un beso en la mejilla. Violet simplemente quedo parada frente a la tumba de sus padres con la mente en blanco, era incapaz de formular palabra ni pensamiento alguno, saber que tus padres han muerto no es lo mismo que ver los ataudes.

Siendo guiada por el que parecia ya su guardaespaldas ambos se metieron en un coche patrulla y fueron a su ahora vieja casa donde podria hacer su maleta, lo que significaba coger unas pocas propiedades y marchar.

Seleccionar que deberia empacar era mas dificil de lo que parecia, tras meter toda la ropa importante en la mochila se quedo paralizada, aquella maleta representaba su vida. Introdujo su libreta y sus estuches, varios libros. Se puso al cuello sus cascos para escuchar musica. Mirando su habitacion en derredor vio la hucha de calavera que su madre le habia regalado por su cumpleaños guardandola en la maleta rapidamente fue a la habitacion de sus padres y rebusco en el cajón "secreto" de su padre cogiendo un taco de dinero el cual estaba reservado para vacaciones o emegencias entonces se lo guardo en la cartera y a la mochila de mano. Mirando la mesilla de noche vio una fotografia de los tres cuando habian ido a Italia, mordiendose el labio reabriendoselo cogio el marco y lo llevo a su cuarto a la maletas.

Mirandola fijamente sin saber que mas meter decidio que no hacia falta nada mas. Su vida no era lo suficientemente interesante como para llenar su maleta.

Sin pensarlo mas tiempo cerro todo y volvio al coche el cual la llevaria al aeropuerto.

Antes de salir, el policia le dio su billete de avion y una tarjeta de credito con un sobre, Violet le miro con curiosidad sin entender.

-Tus padres dictaminaron que en caso de su ausencia todo su dinero se transfiriese a una cuenta a tu nombre, el sobre te explica a que banco pertenece y como poder activarla y ver tu saldo y esas cosas, ya sabes- sonrio tristemente- espero tengas un buen viaje Violet

Dejando al hombre atras guardo la tarjeta en su cartera y el sobre en la mochila miro la hora de su vuelo, no sorprendiendose al ver que apenas quedaban 20 minutos para embarcar.

Apurando los controles de metales y demas inconvenientes, encontro donde debia coger el avion y poniendose a la fila embarco. Sorprendida dio gracias a que le habia tocado asiento en una fila de un único asiento asi no tendria que lidiar con nadie mas.

El vuelo estaba yendo viento en popa, Violet miraba por la ventana con sus cascos bien ajustados a sus orejas. De pronto una mano de mujer le llamo la atencion, mirando a su derecha una azafata aguardaba a que se quitase los cascos.

-¿Desea el menu vegano o el normal?- su voz era agradable

-El normal, por favor

-¿Alguna cosa mas?- le sonrio alegremente

-Una cocacola y una barrita de snickers, por favor- a pesar de intentarlo con todas sus fuerzas su voz era triste

No tenia hambre realmente pero supuso que algo dulce la ayudaria es aquellos momentos.

Todo estaba pasando demasiado rápido, no habia acabado de interiorizar la perdida cuando su vida ya estaba cambiando. Una lagrima se derramo desde su ojo izquierdo cuando la azafata aparecio con su menu y sus extras. Con una temblorosa sonrisa le dio las gracias y espero a que esta se fuese para destapar la comida.

Dos albondigas y una montañita de spaguettis bañados en tomate con algo de queso la esperaban en una especie de tupper ovalado, los cubiertos de plastico venian en una bolsita con una servilleta plegada y al otro lado, como postre, le esperaba un flan. Debia admitir que no tenia mala pinta, pero no tenia apetito. Obligandose a comer, termino con la mitad del plato y el flan, tapando de nuevo la comida solo entonces abrio su Cocacola y la barrita de snickers comenzando a mordisquearla muy lentamente saboreando el chocolate, el caramelo y el relleno.

Estaba anocheciendo por lo que podia observar desde su ventanilla, cubriendose bien con la capucha y las mangas largas puso la musica en un tono bajo y se dispuso a dormir.

Asi como penso que no podria conciliar el sueño, su cerebro se apago de golpe. Sin pesadillas, sin sueños, solo oscuridad.

Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora