El Sueño Del Asesino.

CAPÍTULO 10

''BÚSQUEDA DE RESPUESTAS"

Su respuesta es acertada, no tengo mujer. Parece que se ha involucrado mucho por saber cosas de mí. Esbozo una sonrisa, que irónica situación por una vez soy el vigilado y no el vigilante. Comienzo mi respuesta para sus burlonas preguntas:

- Muy bien querida Leila, has acertado en tu respuesta.

-Señorita Áragon para usted. Aún no tenemos confianza, sea formal señor.-Ríe picaramente.

-Ahora te pones formal si hace un minuto me has dicho muchas cosas y usted no entraba en ellas.

-Vayamos al grano, mi tiempo es su dinero, ¿recuerda?- Su semblante ha cambiado, ¿a qué se debe este cambio de humor? Esta chica me desconcierta.

-Ehm.. sí, vayamos al grano. Ya que está enterada de mi problemilla, creo que ya sabrá lo básico que quiero que averigüe.

-Sí, quieres que averigüe todo lo que haya de esa chiquilla. Mónica fue la desmembrada, ¿no?

-Sí, en efecto pero lo primero que quiero que averigües es; donde vivía, de donde era, cuantos años tenía al morir y todo lo relacionada con su vida privada.
Y lo más importante, si tenía alguna relación conmigo, por minúscula que sea. Tengo que saber si teníamos algo común, porque sino no sé como esos majaderos la relacionaron conmigo. Perdón, divago.

-No se preocupe. Es usted quien gasta el dinero, no yo.- Y sonrie, definitivamente no logro comprender como funciona su cabeza.

-El simple hecho de pensar en un poli me pone furioso. La rabia inunda cada gota de mi sangre cuando hablo de escoria.

A partir de este arrebato de rabia, me pregunta si conocía de algo a la chica antes de la muerte y que estaba haciendo en el momento de su muerte. Alegando que hay que "priorizar".

Mientras hablamos del caso de la chica, los cafés se van acabando. Cuando terminamos de hablar son las tres menos cuarto de la tarde.

La chica se levanta del sillón, me deja mirandola desde un punto inferior y eso no me gusta nada. Y comienza a decirme algo que no alcanzo a entender, en la otra punta de la sala hay una camarera. Con la que no me importaría hacer un menagée de trois.
Me sacan de mis ensoñaciones un carraspeo y dirijo la mirada a la chica que tengo delante de mí.

-Si no te importa al culo de esa camarera aún le quedan unos cuantos años, a ti menos de un mes. Espabila oficinista del tres al cuarto. - En su cara se dislumbra enfado y... ¿celos?
Definitivamente me iría mejor siendo gay, a los tíos si los entiendo.

-Leil... Señorita Áragon, calmese y sientese. No haga que me enfade.

-¡Si hubieras escuchado algo de lo que te he dicho sabrías que tengo que irme!... oficinista del tres al cuarto...

-Pues ala, toma puerta. Nadie te lo impide querida.- Sonrio cortesmente por no darle un azote.

-Adiós ofiscinuscho.- Dice.

La chica se va muy enfadada, pero ahora mismo mis problemas son más graves que una chica resentida.
A los pocos minutos desaparece por la puerta que da a las escaleras. Mucho dinero y mucho Star bucks pero ningún ascensor.

Me levanto, le doy un último repaso al culo de la camarera y me dirijo a la puerta marcada por el letrero ''EXIT" en la parte superior.

Al salir a la calle miro el cielo que esta lleno de nubes. Ni el jodido rey del cielo está contento, este sería un bonito día para que todo fuera mal.

Me dirijo a uno de los peores barrios de la ciudad. Está casi a las afueras de la ciudad allí es donde debo buscar pistas, todos saben de todo y además tienen un precio por el que cantaran alto y claro.

CONTINUARÁ...