Una joven aislada, un asesino misterioso y una aplicación atrapadora, serán las principales piezas que crearan una historia llena de mentiras. Donde los que parecían inocentes eran los cómplices de la desgracia.
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◇__¿Vacaciones para relajarse o estresarse?__◇
Cierro el ziper de mi maleta y la bajo de la cama dejándola en el suelo. Me pongo las manos en las caderas y observo todo mi equipaje. Una maleta grande y un bolso de playa. Eso es todo lo que necesito. Solo serán tres días de viaje, porque Elise no quiere dejar a su abuelo tanto tiempo solo.
El plan para ir a la playa ya está comenzando, las chicas no se quejaron de mi repentina idea de adelantar el viaje, incluso se mostraron contentas, algo extrañadas, pero contentas. Eso es lo que importa. A los chicos les dije que esta era una manera de conseguir cualquier prueba que muestre que Janes el culpable. Así que al muchacho lo invité por mensaje, diciéndole si quería ir a la playa como un acto de paz entre nosotros, a lo que él aceptó de inmediato. Es un hecho obvio que le gusto. Pero él no me interesa. Se nota que es un mujeriego de mierda. Por otro lado, me siento un poco mal, ojo, un poco mal, por estarlo inculpando de ser el asesino, pero lo hago por el bien de la sociedad. Mi familia no puede saber de quien es verdaderamente el sospecho, eso solo está entre Lars y mi persona. Nadie más.
Unos suaves golpes suenan en mi puerta.
-Pase-digo sin voltear a ver quien es.
-Kae, ¿necesitas ayuda?-Veo a Jan debajo del umbral de la puerta observando mi equipaje con la frente ligeramente arrugada.
-Si, por favor.
-Vale.-Se acerca y toma mi maleta del agarradero. Mira la maleta y el bolso con curiosidad -¿Solo esto llevarás?
Hago una mueca.
-Si, ¿por qué? ¿Es mucho?
Me mira como si me hubiera crecido otra cabeza.
-Es poco en comparación con lo que llevan las otras chicas.
-Oh.
Pone los ojos en blanco.
-Si vieras el montón de maletas que los choferes están tratando de acomodar en las camionetas.-Empieza a caminar hacia la puerta. Lo sigo con mi bolso-Y la que más se sobrepasó fue Vega.
Reprimo una risa amarga.
-No me hes de extrañar que ella fuera.
Salimos de la mansión, frente a la puerta están estacionadas tres camionetas negras, las cuales serán conducidas cada una por un guardaespaldas. En las primeras dos iremos nosotros con las maletas y en la tercera irán un pequeño grupo de guardaespaldas. El abuelo no quiso dejarnos ir sin antes ir protegidos. Después de todo lo que ha estado pasando, ya nadie de este lugar se encuentra tan confiado al salir, pero como aquí solo viven gente millonaria, buscar máxima seguridad es pan comido.
