One Shots YoonMin

Celo

Entre al departamento arrastrando los pies, había sido un día bastante cansado. Amo dar clases de baile sobre todo a los más pequeños pero el día de hoy había sido excepcionalmente agotador luego de que tuviera que cubrir a uno de los maestros que tuvo un accidente y no pudo presentarse, asi que lo único que deseo es darme un baño y dormir abrazado a mi alfa por las próximas horas.

—Estoy en casa —digo en voz baja en caso de que Yoongi ya esté dormido,pero lo suficientemente alto para que me escuche por si no lo está.

Me dirijo a la habitación y solo cuando estoy a unos pasos de la puerta soy consciente de mi al rededor y un pequeño gruñido a mis espaldas me trae a la realidad.
Unos ojos dorados me miran desde el otro lado del pasillo, la figura es iluminada por la tenue luz que se filtra por los ventanales y enseguida las feromonas inundan mi nariz.

–Estas en celo –afirmo, mientras la criatura me sigue mirando y se acerca lentamente

Poco a poco puedo ver su pelaje tan negro como la noche con destelloz azulados, su larga cola se mueve con elegancia cuál cazador en busca de su presa, cuando está frente a mi extiendo mi mano para acariciar sobre su cabeza y detrás de sus orejas. La pantera mueve su cabeza y lame mi muñeca mientras suelta un sonido parecido a un ronroneo y yo solo sonrió, en un parpadeo ahora tengo a un hombre desnudo que pasa su nariz por la piel de mi cuello.

–Hueles mal –Gruñe, en realidad quiere decir que huelo a otras personas, suelto una risita y acaricio su cabello

–Estaba trabajando y no me dio tiempo de darme una ducha así que estoy sudado, dame un momento ¿Si?
Pero antes de poder separarme de él, me toma por los muslos haciendo que pase mis manos por su cuello mientras me levanta y camina hacia el baño, me deja dentro de la bañera y procede a abrir la ducha sin esperar a que me quitara la ropa.

–¡Hyung!–grito cuando quita mis manos y literalmente desgarra mi camisa, así que me apresuró a bajar mis pantalones antes de que también los destruya.

Él toma el shampoo y comienza a lavarme el cabello mientras yo limpio el resto de mi cuerpo, sus dedos en mi cuero cabelludo se sienten tan bien que me estoy relajando al punto de que si cierro mis ojos me puedo quedar dormido, pero antes de que eso suceda, Yoongi toma una toalla que envuelve a mi alrededor y vuelve a tomarme entre sus brazos para esta ves ir a la habitación.

Mientras intento secar mi cabello con el poco tiempo que tengo él se sienta en la orilla de la cama con sus piernas abiertas dejando a la vista su gran y muy despierta erección y no puedo evitar que se me haga agua la boca, Yoongi sonríe y me hace una señal para que me acerque, cuando estoy entre sus piernas se deshace de la toalla.

–De rodillas –su voz manda un escalofrío por mi cuerpo y mi Omega se estremece al cumplir la orden de su alfa

Yoongi toma su erección con una mano y con la otra acaricia mi mandíbula, mientras agacha su cabeza y choca sus labios con los míos, el beso es demandante y arrebatador su lengua invade cada lugar de mi boca mientras yo suelto un quejido e intento seguirle el ritmo, pero se aparta dejando un hilo de saliva que une nuestras bocas y antes de que pueda reclamarle la cabeza de su pene delinea mis labios manchando los con su pre semen

–Chupa

Mirando directo a esos ojos oscurecidos por la lujuria paso mi lengua desde abajo por todo su eje y cuando llegó a la cabeza empiezo a chupar, tomándolo todo dentro de mi boca empiezo a subir y bajar lentamente, escucho un gruñido de placer y como echa su cabeza hacia atrás

–No juegues conmigo, Omega – Toma mi cabello en su mano y me incita a ir más rápido así que lo complazco y dejo que folle mi boca a su gusto, después de unos minutos donde me atragantó con su longitud me levanta haciendo sonar un pop cuando su polla abandona mi boca, me toma de la cintura y con un pequeño empujón caigo sobre la cama inmediatamente sube sobre mi y sin esperar jalo sus cabellos para pegarlo a mi boca donde muerdo sus labios e inicio una batalla con su lengua. Definitivamente chuparlo me ha extitado tanto que puedo sentir como mi lubricante cae por mis piernas como si fuera yo el que estuviera en celo.