Pucheros

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La puerta del estudio se abre con un estruendo lo que me hace levantar la vista de la carta en mis manos, para ver a mi esposo con el entrecejo fruncido, un marcado puchero sobre sus labios y sus ojos nublados en lágrimas.

–¡No puedes ir!–Demanda y me parte el corazón verlo así, le hago una señal para que se acerque y lo siento en mi regazo

–Cariño,debo hacerlo
–No
–El reino me necesita,¿Que clase de rey sería si no cumplo con la obligación y veo por el bienestar de mi pueblo ?
–Yo también te necesito.. te necesitamos–Sus ojos dejan salir pequeñas lágrimas que se deslizan por su rostro y odio ser el culpable de ello si por mi fuera jamás me alejaría de él y mucho menos ahora, pero también debo cuidar a las personas que confían en mi y a ellos mismos dándoles un lugar seguro y un futuro estable.

Suelto un suspiro, dejo un beso en su frente y con mis dedos limpio sus mejillas húmedas, mirando directamente esos hermosos zafiros que desde el primer día me enamoraron y me pusieron a sus pies.

–Sabes que te amo y que no me gusta estar alejado de ti.. de ustedes, pero es necesario, por nuestra gente, por nosotros y nuestra familia. Necesito asegurar un futuro mejor para nuestra cachorra.

Se que él lo sabe y lo entiende porque Jimin es la persona más dulce y empática que pude conocer, con un corazón más valioso que cualquier joya preciosa y la menos egoísta pero en este momento tiene miedo.

–Lo sé, pero no quiero que te ocurra algo malo–Sus labios tiemblan y sus manos se aferran a las solapas de mi camisa como si sintiera que fuera a desaparecer en cualquier momento

– Ey, bonito, estoy aquí –Pongo su mano sobre mi pecho justo donde mi corazón late solo por él, cuando su respiración se vuelve irregular intentando que siga mi ritmo–Eso muy bien hazlo lento, estoy aquí mi cielo

Dejo un par de besos más sobre todo su rostro, se me es inevitable quitar mis manos sobre su cuerpo, lo deseo y amo tanto de una manera sobrehumana.

–Lo siento
–No tienes que disculparte, bonito
–Es que me siento mal y estoy siendo egoísta
–Jimin, no lo eres, solo tienes miedo y te entiendo, hace poco tuvimos a nuestra cachorra y ahora tengo que marchar a la guerra cuando lo único que deseo es tenerlos a los dos en mi brazos para saber que estan bien
–Pero tienes que ir
–Asi es
–Cuidate mucho por favor
–Lo haré, te lo prometo.

Nos abrazamos por un rato más cada uno sumergido en sus pensamientos pero teniendo certeza de que estamos ahí para el otro dándonos apoyo y amor, la puerta es tocada y seguido entra una de las damas de la corte de Jimin.

–Majestades–Hace una pequeña reverencia ya que en sus brazos lleva un pequeño cuerpo envuelto en sábanas–La pequeña princesa despertó y parece que tiene hambre

Con un asentimiento le indico que se acerque mientras mi esposo abre los brazos para recibir a nuestro más grande tesoro.

–Hola mi pequeña gruñona–Jimin le arrulla mientras la recibe y al parecer su voz la calma porque deja de quejarse y ahora solo disfruta de los besos y mimos que su papi le da

–¿Extrañabas a papi? Mi hermosa princesa –Beso su frente, mientras Jimin intenta soltar algunos botones de su camisa pero al ver qué le es difícil con la bebé en los brazos, yo mismo le ayudo, me recuesto más sobre la silla para rodear ambos cuerpos con mis brazos y darles todo el confort que necesitan.

Mi pequeña empieza a succionar con ganas del pecho de su padre

–¿Duele? Bonito
–Estoy bien, solo aún es un poco incómodo – responde con una sonrisa y no puedo evitar caer más por él cuando sus ojos observan de esa manera a la pequeña en sus brazos
–Mierda, te amo tanto
–¡Yoon!–Suelta una risita– No digas palabrotas frente a la bebé
–Ella no entiende,cariño, pero es que de verdad te amo tanto, gracias por nuestra hija, gracias a ti está en este mundo, gracias a ti es tan hermosa y saludable .. Yo.. Soy demasiado afortunado por encontrarte.

Por un momento parece sorprendido por mi confesión, pero luego me regala esa hermosa sonrisa donde sus ojos se vuelven pequeñas medias lunas y su palma acaricia mi mejilla, me apoyo en su tacto.

–Tambien es gracias a ti, cielo, ella es el resultado de nuestro amor, y aún si no me hubieses encontrado entonces sería yo quien te buscará porque no importa en qué dimensión o vida estemos el hilo del destino nos une y siempre hallare el camino hacia ti.

Tomo su boca en un apasionado pero lento beso donde intento mostrarle todo lo que únicamente él me hace sentir, solo un beso no me basta así que seguimos así por minutos e incluso nuestra bebé toma una siesta sobre los brazos de su papi.

–Los amo son mi vida
–Tambien te amamos, amor.

🌙🌙

–¿Cómo está ?
–Estoy bien– levanto mi dedo pulgar pero recibo una mirada que me dice que más vale que no diga una palabra
–Le estoy preguntando a Seokjin Hyung
–Tiene un par de costillas rotas, algunos moretones y una herida que ya cosí sobre una de sus piernas

Jimin me mira con los ojos muy abiertos, está enojado pero también aliviado de que esté aquí.

–Gracias, Hyung
–De nada, mi rey, pero le sugiero que su majestad guarde reposo y no haga ningún esfuerzo físico por al menos dos semanas
–Y yo que pensaba ponerme al día con mi esposo – Digo mientras le guiño un ojo, el sonrojo de Jimin se esparce sobre sus mejillas y no se si es por la vergüenza o por el enojo
–¡Min Yoongi!
–Si, mi precioso rey
–Eres un .. un .. yo .. –Tomo su mano para que se acerque cuando sus lágrimas empiezan a rodar sobre su rostro. Jin hace una reverencia y sale dejándonos a solas
–Ya estoy aquí y estoy bien, amor
–P-pero tus heridas
–Sanaran – beso sus nudillos y le hago espacio en la cama para que se acueste conmigo
–No quiero lastimarte
–Por favor, cariño, te necesito cerca, te extrañe mucho– Con todo el cuidado del mundo se acomoda a mi lado y yo lo rodeo con mis brazos besando su coronilla cuando esconde su rostro en mi cuello y vuelve a soltar sollozos–Perdoname mi cielo
–¿Por qué?
–Por hacerte llorar, el día que nos casamos te prometi que solo te haría llorar de felicidad o cuando estuviéramos en la cama–suelta una risita.   No quiero que estés triste
–Solo tenía miedo de perderte –sale de su escondite y pone sus manos en mis mejillas para acercar nuestros rostros y acariciar su nariz con la mía.
–Gracias por volver a mí
–Siempre, mi amor
–Te amo, Min Yoongi, mi rey.
–Te amo, Min Jimin , esposo mío y rey de mi corazón.

One Shots YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora