Habían pasado cuatro largos días en los que SuNoo como su padre iban al hospital a visitar a su madre, oían buenas noticias y tenían que volver a casa solos. Al final del cuarto día, esa misma tarde, la madre de SuNoo estaba de regreso en casa después de mucho tiempo, los ojos del menor brillaban dulcemente mientras se mantenia abrazado a su madre ante la felicidad de poder volver a tenerla junto a él. Por otro lado los ojos del señor Kim comenzaban a tornarse tristes.
La mujer reía alegremente mientras acariciaba la cabeza de su hijo, al mismo tiempo que depositaba un par de besos en el mismo lugar. Ella realmente estaba feliz y SuNoo también lo estaba, de pronto la mujer frunció levemente el ceño y comenzó a mirar con mayor atención el cabello de su hijo.
— ¿Te hiciste algo en el cabello? —Preguntó la mujer, haciendo que SuNoo negara con su cabeza— ¿Seguro? Porque tienes cabellos blancos.
— ¿Eh? ¿Cabello blanco? —Frunció el ceño.
SuNoo se alejó de su madre, dirigiéndose al cuarto de baño para corroborar lo que le habían dicho, se mantuvo mirando su cabello por unos segundos hasta que vió un pequeño mechón de cabello que parecía crecer blanco desde la raíz. Se mantuvo pensando unos segundos y salió de allí para acercarse a su madre nuevamente.
— Quizás estoy viejo —Bromeó, haciendo reír a la mujer
— Quizás el estrés de todo esto provocó eso, ¿Acaso has visto mi cabello? —Señaló su cabeza, haciendo reír levemente al menor.
— Puede que sí lo sea.
El señor Kim miraba todo desde la cocina, sentía su corazón latir con fuerza y la culpa era mucho más grande de lo que creería. La puerta sonó, haciendo que saliera de ese pequeño transe y se acercara a abrir.
— Hola —Sonrió SungHoon, haciendo que el hombre abriera grande sus ojos.
— ¿Qué haces-
— Hola hyung —Sonrió SuNoo, acercándose a la puerta— ¿Está todo bien?
— Olvidaste esto en la sala de espera —Extendió un suéter de color celeste— Tu madre le dió a la mía tu dirección —Sonrió.
— Muchas gracias hyung —Hizo una pequeña reverencia— ¿Quieres pasar?
— Seguro tiene cosas que hacer SuNoo, deja que se vaya, ya te entregó lo que debía —Habló con rapidez su padre, haciendo que SuNoo lo mirará confundido.
— Bueno, esta-
— Mi bus pasa en un rato, no creo que pueda esperar más rápido —Sonrió hacia el hombre— Si no es molestia me gustaría pasar un rato.
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𝗠𝗘 𝗔𝗡𝗗 𝗧𝗛𝗘 𝗗𝗘𝗩𝗜𝗟 ; SUNGSUN
Short Story𝗠𝗘 𝗔𝗡𝗗 𝗧𝗛𝗘 𝗗𝗘𝗩𝗜𝗟 ── Kim SuNoo no sabía que estaba esperando su muerte, siquiera sabía que podría morir a la corta edad de dieciocho años, pero su padre hizo un trato y el trato debía ser cobrado. Su vida estaba marcada y la línea final...