El Lado Oscuro De La Luna - Km au

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Momentos de risas así como también de muchas preguntas han sido los últimos días de Jia, empezando por el hecho de conocer a un mago que ni ella misma se lo creía. Puede que en ese momento su personalidad haya cambiado a una pequeña niña que apenas estaba conociendo el mundo, pero la realidad era esa.

Había salido –al único lugar que se le permitía– al jardín de aquella hermosa mansión y exploraba todo lo que podía, se había hecho amigos al ser extrovertida e incluso ya empezaba a chismear con la servidumbre, que sabía ella sobre la infidelidad de aquel mozo de cuadra con la profesora de ética de la familia del archiduque Lee o incluso sobre los rumores de que en el mercado del centro estaban vendiendo unos preciosos "liafes" –piedra mítica– pero son falsos; Jia no sabía ni siquiera que era un mozo de cuadra ni siquiera conocía los liafes porque eran piedras de aquel mundo y en la ciudad no existían establos a menos que fueras alguien adinerado y tengas tus propios caballos.

Otra cosa sumamente graciosa e interesante fue la rara amistad que formaron entre esas 3 personas, Jia, Jungkook y Namjoon; se juntaron para saber sobre la Luna siendo forasteros pero con un objetivo en común. Los primeros días fueron incómodos pero luego con pocas palabras iban soltando hasta el punto de que Jia les dio apodos o bromeaban entre ellos.

Las personas fuera de ese círculo aún se preguntaban sobre cómo la personalidad de una persona puede cambiar ya que el ejemplo es Jungkook, apenas estaba unos meses y había cambiado a ser una persona más brillante; seguía siendo aquel que cuidaba de los suyos y se preocupaba pero ahora también era alguien que reía seguido, te brinda sonrisas e incluso no ha mencionado nada sobre su odio hacia el territorio de la Luna.

Aquella madrugada después de un día tranquilo Jungkook estaba esperando las opciones que había dicho el mago y como resultado fue un pequeño temblor. El creía que todo iba bien pero cuando estaba a punto de acostarse vio los mensajes que había enviado Jia, no tuvo dudas y se dirigió hacia la habitación de la Luna.

El panorama era un caos, Jia estaba llorando mientras abrazaba a Jimin y podía ver como los guardianes iban llegando uno a uno. Jungkook se había quedado en la parte de afuera para que no surja ningún inconveniente en el futuro pero la curiosidad fue tan grande en el que supo ganar un espacio entre tanta gente y cuando estaba viendo hacia la cama los ojos de Jimin y los de él intercambiaron miradas por unos segundos viendo un destello en ellos. Había algo en ellos que le dieron un cambio tanto en su corazón como en su nueva perspectiva del mundo, no se dio cuenta ni como llegó a su habitación pero una vez ahí solo pudo pensar en aquel brillo y en los nuevos sentimientos que aparecieron raramente.

JIMIN

Lo último que recuerdo es que debía ir a hacer mis deberes de Luna pero al parecer me desmayé y pues creo que me golpee con algo porque me sentía mareado, estaba doliendo mi cabeza que incluso mis ojos no se abrían en su totalidad, para cuando lo logre me esperaba estar en aquella lujosa habitación o en alguna de las tantas habitaciones que hay en la mansión pero fue todo lo contrario.

Estaba experimentando algo raro, podía verme a mí mismo en distintos lugares que seguramente eran originarios del cuento. Pasaban situaciones que eran felices pero poco a poco se iba tornando muy monótono o incluso poniéndose más oscuro. Después de muchas imágenes y escenarios hubo uno que me parecía muy interesante.

Caminé y caminé hacia aquella habitación y cuando estuve a punto de tocar la puerta alguien detuvo mis pasos, no pude divisar quién era aunque intente muchas veces me fue complicado y para cuando logré tocar la manija todo se oscureció. Empecé a sentir mi cuerpo pesado, mis ojos no se abrían y escuchaba unas voces a lo lejos.

"Despertaras en el momento adecuado" alguien dijo eso cerca mio pero no lograba distinguir quién era, su voz era conocida pero a la misma vez no. Nuevamente todo el escenario cambió de color y apareció frente mío una especie de cueva o incluso esas ruinas que solía ver en el televisión de niño.