CAPÍTULO 43:
La daga en la oscuridad.
Cavale había desaparecido, se fue junto a Ashken sin decirnos a dónde, solo podía esperar que su impulsividad no arruinara nuestros planes.
Constantino nos citó en ese mismo momento, pero Nathaniel dijo que debíamos hacerlo esperar, dejar que la angustia le nublara la razón y luego podríamos sacar mejor ventaja.
Me sentiría culpable si no fuera porque no creía en la desesperación de Constantino, el Vigilante estaba apoyando demasiado su plan en un interés del que no podía dar fe.
Recordé su mirada lila en el oscuro jardín del Centinela, pero no sería la primera vez que hubiera caído por un espejismo.
Cuando la alarma sonó, supimos que era tiempo de actuar.
Nathaniel tenía un camión blindado iguales a los que manejaban los centinelas, por lo que no fue difícil camuflarnos, vi a los soldados caminar por la ciudad, ir directo a sus posiciones.
Me sorprendió verlos dispuestos, decididos a enfrentarse… ¿a qué?
Conocía lo suficiente la corrupción para saber que no tenía sentido intentar ser la única manzana buena de un árbol podrido, no tenía la fuerza, convicción o paciencia para intentarlo.
──¿Sabes que creo que el hecho de que hayas elegido la policía habla tanto de ti como el que seas desertora?
Miré a Nathaniel con recelo, no sin cierta intriga.
──Cuando era niño Caiden también quería pertenecer a los centinelas ──me comentó, su atención en la ventana, al caos que él había organizado──. Es la profesión de los soñadores y los perdidos por excelencia, salvar a tu gente, construir un mejor futuro… ──Luego me miró──. Portar el uniforme, vestir el emblema de Alta Relisia, te da cierto prestigio y honor rápido, es la forma más rápida de ser alguien para nosotros.
No le dejé ver cómo sus palabras me habían calado.
──Parece que los conoces bien.
──Me gusta hacer tratos con ellos, los perros de los centinelas son buenos para hacer negocios, accesibles, pero la mayoría se cree más de la mierda que cagan, sus puestos le dan una salida rápida para ejercer un poder que creen que los hace mejores que nosotros.
Dudé, pero no tenía la energía para rebatir, no creía que todos fueran así, estadísticamente no podía ser cierto, pero tampoco podría ser un gran ejemplo como desertora.
──Entraremos como parte del escuadrón de auxilio ──Fue lo siguiente que dijo.
Entrar a la mansión Karravarath no fue difícil debido al apagón, sobre todo porque la mayor parte de su estructura de seguridad se solventaba en un sistema eléctrico, al parecer las reservas fallaban, pero estaba convencida de que no tardarían mucho en recuperarse.

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Vástagos del rey
VampireSegunda parte de la trilogía 'LOS ARCHIVOS DEL CÓNCLAVE'. Lejos de las luces y el estruendo de Senylia, se esconden los oscuros secretos de Cumbre Aciaga, un pueblo perdido donde la calma abrumadora de lo salvaje los hará enfrentar a sus más profund...