Capítulo 39:
Golpe de gracia.Fui con el único que quizás podría entenderme en esa situación, volver a la mansión Karravarath no fue fácil, Esen dijo que Eliseo se había marchado y llevado su laboratorio hace días, pero eso no significaba que su recuerdo no sobrevolara como un buitre.
Zetra me llevó hasta el gran salón de los Karravarath.
En la oscuridad de los corredores de la mansión, a la luz de los candelabros, sus ojos lucieron ámbar.
──En verdad lo siento ──Fue lo único que pude decirle.
Quizás no era suficiente, pero al menos quería creer que era sincero.
Él me respondió, solo un asentimiento, un ligero destello de respeto a un enemigo.
La puerta chilló a mi entrada.
El techo negro y abovedado se perdía sobre nuestras cabezas en el salón victoriano que reconocí de alguna de todas las fiestas a las que me había invitado Elena Karravarath.
Constantino me observó con curiosidad, una jarra y tres copas de sangre aguardaban sobre la mesa de roble.
La decoración antigua de la mansión coronaba mi destino con aire tétrico.
──La sangre no será suficiente para calmarte ──le aclaré.
──Lo parece ahora.
Se lamió los colmillos con deleite, sus ojos destellaron escarlata en la oscuridad.
──Tú lo sabías ──dije entonces.
──Cas me lo dijo hace muy poco, debí haberlo supuesto desde que mi padre te aceptó en la familia siendo humana.
Tragué con fuerza. Tenía razón.
──Esen y Cavale no me buscarán hasta el amanecer.
──Qué conveniente.
──Preferiría que sea rápido ──pedí.
Observé el complicado artefacto de hierro en la habitación.
──No usaremos la doncella de hierro, pero no puedo prometer que será un lecho de rosas.
Observé el artefacto con terror, quizás el suficiente como para ablandar a Constantino.
Él se limpió la sangre de su barbilla. Tragó con fuerza.
──Te sacaré un litro, el máximo posible, luego iremos con Liria Salem.
Asentí, sin saber a qué o a quién, por qué, si era realmente necesario, recordándome la cara de Esen, de Cavale, el mundo donde vivirían los gemelos de Margo o la niña de Fabricio, las oportunidades que perderían los gemelos o como Anís crecería para ser una esclava de sangre si Eliseo Karravarath concretaba sus planes.
Los sollozos atravesaron mi pecho, me cortaron profundo, y la mano de Constantino acarició mi cabello con la suave condescendencia que solo puede venir del enemigo antes del golpe de gracia.
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Vástagos del rey.
VampirLejos de las luces y el estruendo de Senylia, se esconden los oscuros secretos de Cumbre Aciaga, un pueblo perdido donde la calma abrumadora de lo salvaje los hará enfrentar a sus más profundos demonios. Segunda parte de 'Trono de Cuervos'. TODOS LO...