| 𝟎𝟐 | 𝖢𝖺𝗌𝖺 𝖽𝖾 𝗅𝗈𝗌 𝖬𝖺𝖼𝖫𝖺𝗋𝖾𝗇

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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟐

« La magia de conectar y la suerte de coincidir »

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𝐁𝐞𝐭𝐡𝐚𝐧𝐲

—¡MAMÁ!— grité al entrar a la casa. Me acerqué a las escaleras justo cuando una silueta, que reconocí como la de mi madre, bajaba corriendo.

—¿Qué pasó con Zach?

—¿Por qué piensas que pasó algo?

—Bueno, casualmente estaba en tu habitación recogiendo la ropa sucia y... él llegó a su casa con una sonrisota. —Cada día está más loca, pensé mientras dejaba mi mochila en el sillón y me dirigía a la cocina.

—Mamá, ni siquiera nos conocemos. Y por favor, ya deja el tema, que no me hace gracia.

—Está bien, hija, perdón. Voy a tu habitación a seguir con la ropa. —Se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia las escaleras, pero me atravesé en su camino, poniéndome frente a ella para impedirle el paso.

—Oh, no, tú ya no entras a mi habitación. Está prohibido. Y antes de que digas algo, yo misma lavaré mi ropa. Prohibido —la señalé con mi dedo índice y ella levantó las manos en señal de rendición. Cuando subió las escaleras, solté un suspiro y abrí el refrigerador. Lo que vi me alegró el día. Tomé un plato y me serví de la pasta que estaba en la nevera, calentándola primero, claro. Después, me serví un vaso de agua y subí a mi habitación.

Ya sentada en mi cama, comiendo la deliciosa pasta con crema y viendo por décima vez mi serie favorita en la computadora, sonó mi celular. Me metí el último bocado de fideo en la boca y contesté.

—¿Sí?

—¿Hola? Estoy llamando a la niñera. ¿Bethany?

—Sí, soy yo. ¿Cómo puedo ayudarle?

—¿Tienes espacio para cuidar a una niña?

—Claro, ¿qué día sería?

—Hoy. Sé que es muy pronto, pero podemos pagarle extra de lo que normalmente cobra. —Removí la pasta en el plato mientras lo pensaba.

—Está bien, no hay problema.

—De verdad, muchas gracias. Le enviaré la ubicación de la casa.

—Perfecto. ¿A qué hora tendría que estar allí?

—A las 7:00 estaría bien. Nos vemos, Bethany.

Colgué la llamada. Normalmente me dan más información sobre la niña o la casa, pero supongo que me lo dirán cuando llegue. Me dispuse a levantarme y empezar con la tarea, ya que no sabía a qué hora volvería a casa.

𝐈𝐧𝐬𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐝𝐨𝐬 || 𝖹𝖺𝖼𝗁 𝖬𝖺𝖼𝖫𝖺𝗋𝖾𝗇 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora