Capítulo cuatro

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El día de Nicholas, otra vez, no iba para nada como lo había planeado, lo único bueno es que, hasta el momento, no había hecho ningún viaje inesperado a la oficina del Director, pero había tenido una serie de situaciones en que moría por volver a abofetear a Taylor.

Después de que el Sr. Robers les entregará el horario de su castigo, Taylor se le había aparecido en todas partes.

Primero estuvo soplando en su nuca durante toda la clase de Literatura, eso había sido una verdadera distracción, al punto de no ser capaz de recordar nada de lo visto en esa clase. Un viaje al baño entre clases lo había llevado a encontrarse cara a cara con él, quien le preguntó si necesitaba algún tipo de "ayuda" ahí dentro. Hasta se había aparecido frente a su casillero entre clase y clase. Resultó que también compartían clase de historia, y esos azares del destino los llevaron a terminar sentados uno frente al otro, por lo que un pie enfundado en una bota de piel aprovechaba cada oportunidad que tenía para rozar su pierna.

Nicholas era una ridícula mezcla de molestia, nervios y excitación cuando la hora del almuerzo llegó. Había pasado casi toda esa última clase intentando ignorar el modo en que Taylor chupaba la punta de su bolígrafo de una manera demasiado provocativa. Tan pronto como la campana sonó, salió corriendo del salón para ir directo al comedor, necesitaba alejarse de ahí. Una vez tuvo su almuerzo en sus manos, y ya que ninguno de sus amigos se encontraba allí, se dirigió a una mesa de la esquina, donde esperaba pasar desapercibido. Pero claro que hubo una persona que si lo noto, una vez más, Taylor, y Nicholas temía pasar atrapado con ese arrogante, lascivo y sexy idiota toda la hora.

—¿Tratando de hacer la persecución difícil, bebé?—

No pudo ni dar el primer bocado de su comida cuando Taylor ya estaba parado al lado de su mesa, tan solo pudo fruncir el ceño y los labios ante la provocación. Una charola fue colocada sobre la mesa justo al lado de la suya, y luego el cálido cuerpo del chico se presionó a su lado.

—¿Qué es lo que quieres Taylor? — Nicholas le preguntó, dando un manotazo al fuerte brazo que intentaba rodear su cintura.

Taylor sólo rió en respuesta, poniendo su mochila sobre la mesa y dándole una mordida a la porción de pizza que conformaba su almuerzo. Nicholas no entendía cómo es que Taylor aún conservaba esa cosa vieja, estaba toda desgastada y con parches en varios lugares. Sólo se limitó a arrugar la nariz y deslizarse por la banca hacia la pared.

Emitió un sonido de irritación cuando Taylor lo siguió, deslizándose y dejándolo atrapado entre la pared y su cuerpo, Nicholas lo miró y luego se encogió en su lugar, hasta que sintio la mano de Taylor presionar su muslo que saltó de su asiento, y el moreno volvió a reír, mirándolo con curiosidad, —Realmente no te gusta ser tocado, no es así?—

—No tienes sentido de espacio personal— Nicholas respondió, alejándose de la banca y tomando su mochila, la que casi golpea a Taylor, quien se la quitó y la acomodo entre sus pies.

Nicholas reprimió un gruñido y golpeó el suelo con frustración, apenas logrando juntar la fuerza de voluntad necesaria para no golpear al chico en ese preciso instante. —Devuélveme mi mochila Zakhar Pérez — ordenó.

—Sólo siéntate y come, bebé. — El tono era amable, el tono más amable que había escuchado de Taylor, estaba tan sorprendido que sólo se limitó a acercarse a él, esperaba que los ojos café se posaran en él con las pupilas llenas de lujuria, pero no fue así, Taylor tenía su mirada centrada en otra mesa no muy lejos de ellos. Nicholas siguió el camino de sus ojos, y vio que era la mesa donde se encontraba el grupo de idiotas que siempre lo atormentaba, pudo distinguir la sonrisa imbécil de Julián y el rostro golpeado de Adam, evidencia de la pelea con Taylor el día anterior. Sus miradas estaban clavadas en él, o quizás en Taylor, no estaba seguro, pero de cualquier forma, no le gustaba para nada.

Your Own Way  | Taynick | TZP & NGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora