❛ Rimlaine Week | July 2024 ❜

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Chuuya no consideraba que su hermano mayor fuera alguien perfeccionista. ¿Protector? Demasiado, ¿Atento? Si, aunque eso era un trabajo en progreso dado a sus tropiezos, pero Chuuya solo había presenciado esos aspectos de su hermano cuando se trataba de su propia persona.

Esto era completamente diferente.

— ¡Chuuya! — el pelirrojo no había pasado ni un par de minutos sentado en su habitación cuando Paul lo volvió a llamar — ¿Limpiaste la mesa como te pedí? — Tenía que ser una broma, había hecho eso ya hace media hora y ni siquiera lo había notado.

— Ya lo hice — hablando alto y con cierto fastidio, Chuuya volvió a salir de su habitación. Su hermano parecía un desastre andante, no se había terminado de arreglar aún por lo que corría de un lado a otro en la cocina buscando condimentos, servilletas listas sobre la mesa, vasos.

No había visto a su hermano ser tan exigente consigo mismo solo por una cena. Solo en sus cumpleaños suponía, pero ese no era el caso en esta ocasión. Sabiendo bien el motivo, decidió darle algo de consuelo a su Paul.

— Tu novio no va a terminar contigo por no haber puesto un tenedor junto a su plato, Paul.

— No he limpiado los utensilios, gracias por recordármelo — tan pronto como su hermano terminó de meter la comida al horno se dirigió al lavaplatos, el cual pronto se llenaría de más platos y vasos cuando la cena terminara. Chuuya suspiró tras ver su fallido intento de hacer entrar en razón al maniático perfeccionista que se había convertido su hermano —. Arthur llegará pronto, ¿ya te arreglaste?

— ¿Te has mirado al espejo al menos? — De alguna manera eso no calma a su hermano al ver cómo se mira a sí mismo y Chuuya comienza a cuestionar seriamente por qué todo el alboroto hacia una cena —. Sé que esto es importante para ti por Arthur, pero ¿No crees que estás exagerando?

 — No quiero causarle una mala impresión a Arthur... Es la primera vez que le invito a cenar, ya sabes, estando los tres juntos.

Paul se quita el delantal que ha estado portando para evitar ensuciar su ropa, lo cual aunque funcionó no quitó que siguiera empapado en sudor tras haber estado corriendo de la cocina a la sala acomodando su casa de último momento. Chuuya observa cómo su hermano se da un momento para tomar un respiro en el sillón de la sala, parecía merecerse ese pequeño descanso, por más breve que fuera por lo cansado que se veía el rubio.

— Estoy seguro de que Rando-san no va a ser tan duro contigo — el pelirrojo se recarga en el sillón donde su hermano mayor se encuentra, dándole un par de palmadas de alivio en su espalda —. Está demasiado enamorado de ti como para ser tan malo contigo solo por una cena.

Paul ríe un poco por el comentario, mientras se acomoda un poco más en el sillón se da cuenta de lo tenso que estaba y las palabras de su hermano ayudan a calmar esa tensión.