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Exagerado.

Es la primera palabra en la que piensa respecto a su situación.

Durante todo el camino a la casa de sus suegros estuvo con los nervios a mil, pensando en que iba a pasar durante el almuerzo, estaba tan sumido en sus nervios que se le había olvidado el hecho de que conoce a los papás de su pololo hace muchos años y ha ido incontables veces a su casa. Sin mencionar que su cuñado es uno de sus mejores amigos y compañero de banda.

Ahora sentado en la mesa casi terminando de almorzar, se da cuenta que todo este tiempo se estuvo preocupando por nada, su acogida fue exactamente igual que las veces anteriores.

La comida estuvo llena de risas, anécdotas que los chicos habían vivido en Santiago y por alguna razón un bullying severo hacia Francis.

Todos reían al rededor de la mesa, excepto Francis quien estaba de brazos cruzados y con un tierno puchero en sus labios.

— Fue súper chistoso, hubieran visto su cara cuando se le cayó el vaso de bebida encima de la cajera — Dijo Álvaro entre risas.

— ¡Fue un accidente! — Gritó Francis en un intento de defenderse.

No supo en qué momento la conversación se convirtió en recopilar los momentos más humillantes del menor, pero a estas alturas ya estaba más que rojo por la vergüenza que sentía.

La madre de Francis se levantó aún entre risas y comenzó a recoger los platos para llevarlos a la cocina, Álvaro se ofreció a ayudarla pero está negó diciendo que era un invitado y que no se preocupara, por lo que su suegro y Mauri la ayudaron a recoger las cosas y a servir el postre para todos.

Álvaro soltó un suspiro aliviado, los padres de su pololo eran maravillosos, sin embargo no pudo evitar pensar en su familia.

Esperaba que lo de su papá solo fuera una rabieta y finalmente lo terminará aceptando tal y como es, y poder hacer esta misma rutina, invitar a Francis a comer a su casa o simplemente pasar las tardes.

Deseaba con todas sus fuerzas que su mamá lo convenciera de que no estaba haciendo nada malo y que amar a un hombre era normal.

Volteo a ver Francis y le sonrió.

Apesar de su tristeza decidió que no le iba a tomar más importancia al asunto, él no obligaria a nadie a aceptarlo, las personas que lo aman de verdad lo apoyarían sin dudarlo, él seguía siendo la misma persona de siempre y si su papá no lo podía ver, eso ya no era culpa suya.

Además, todo lo que quería estaba ahí, justo a su lado. Francis seguía un poco rojo por el bochornoso momento que había vivido hace tan solo unos minutos.

— ¿Qué mirai? ¿Te vai a seguir burlando de mi? — Dijo cruzando los brazos en un gesto molesto.

Álvaro que estaba sentado a su lado se acercó de manera juguetona y con su dedo picó las costillas del contrario haciendo que este saltará.

— No te enoji, si son bromas nomás.

Francis lo miró mal y lo siguió ignorando. Pero el mayor no se daría por vencido tan rápido así que le siguió picando las costillas y comenzó una mini guerra de cosquillas para alivianar el "mal humor" de su novio.

Cuando las risas de Francis se empezaron a escuchar más fuerte, Álvaro se permitió acercarse y darle un piquito.

— Te vei tan tierno enojado, eres como un osito cariñosito gruñón.

El menor volteo los ojos pero le devolvió el beso, aún iba a fingir estar enojado solo para que su novio lo consintiera y tener su completa atención.

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⏰ Última actualización: Aug 09 ⏰

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Entre Mis Brazos - FralvaroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora