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En aquel momento, desearía estar en cualquier otro sitio. Seishiro podía notar como las miradas de funcionarios y otros jugadores ajenos a Blue Lock lo miraban a él y a su pareja, ninguno con actitud afable. Sus dedos agarraban con cada vez más fuerza la tela de sus incómodos pantalones de traje, pero el recuerdo de Reo planchando con diligencia su vestimenta para la ocasión, queriendo que ambos dieran buena impresión, hizo que parara en seco su acto.

Por iniciativa de sus amigos, se situaron en el centro del grupo, esperando que así se sintieran más cómodos. Reo les había expresado su agradecimiento, pero su pareja sabía que no se sentía complacido por la propuesta, puesto que sentía que estaban creando un muro con el que resguardarse en vez de hacerle frente a todas aquellas miradas acusatorias; pero tampoco quería rechazar la iniciativa de sus amigos.

Un fuerte pitido sacó al delantero de sus pensamientos, el director de la JFA estaba probando el micrófono para empezar a hablar. En ese instante, ya no había mayor enemistad entre los presentes, el mar de ojos estaban fijos en la gran pantalla donde se mostrarían la lista de los veintiún hombres que representarían a toda una nación ante el mundo.

- Sean bienvenidos al anuncio oficial de la alineación de la selección japonesa para el mundial de 2026 en que tendrá lugar entre los países de México, Estados Unidos y Canadá. Entiendo que deben estar temblando del nerviosismo, pero veo oportuno pronunciar unas palabras para todos los jugadores presentes. Han hecho un trabajo excelente estos últimos años, preparándose para un momento tan especial como este. A los jugadores que no viajarán hasta América, no se sientan desanimados, no sientan que su carrera ha acabado, en el futuro habrán muchas más oportunidades para ustedes.

Aquellas palabras habían tenido un impacto contrario, todos los presentes sabían que los individuos que habían salido victoriosos de Blue Lock tendrían preferencia a la hora de crear el equipo. Nagi giró levemente su rostro, topándose con un jugador veterano que ya había participado varias veces en el campeonato. El albino se esperó una expresión de enfado por su parte pero, en vez de eso, este le regaló una suave sonrisa y un gesto de ánimo con la mano. Nagi Seishirou nunca antes quiso llorar más que en ese momento.

- Sin más preámbulos, iniciamos con el listado de los veintiún jugadores que pasarán a formar parte de la selección japonesa de fútbol.

La enorme pantalla se tornó verde al proyectar un campo de fútbol en vista aérea, para tener una mejor idea de como se vería la alineación y las posiciones de los distintos jugadores.

- Iré nombrando uno a uno los jugadores junto con el número que portarán en su camiseta. En la pantalla podrán ver dónde serán posicionados por parte de la entrenadora Teieri Anri. Empezando por el portador del número diez: Itoshi Rin.

La personas ajenas a Blue Lock se miraron unos a otros con incredulidad, puesto que esperaban que aquel tan ansiado número lo llevara Isagi (o Shidou si soltaba un violento berrinche).

- Con el número nueve, Shidou Ryusei. Con el número siete, para acabar con los más adelantados, Kunigami Rensuke.

Los aplausos no se hicieron esperar, lo que sorprendió de sobremanera al albino, confuso al ver que solo habían nombrado tres de los veintiún nombres. Reo pasó su mano suavemente por la oscura tela de su pantalón, intentado llamar su atención.

- Vamos, mi tesoro, tú también deberías aplaudir.

Nagi imitó las acciones de todos los presentes hasta que, paulatinamente, aquel estruendo cesó.

- ¿Vamos a tener que aplaudir cada vez que nombre un sector diferente?

- Me temo que sí, mi tesoro. Así es como son las cosas aquí.

Boy meets luvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora