Capítulo 8

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Merlina despertó en una cama de hospital, la luz lastimaba sus ojos, su cabeza dolía como si la hubieran golpeado con un bate y tenía algo de náuseas. Con dificultad se enderezó y vió a sus padres que estaban dormidos en un sofá que estaba a lado de la cama, trataba de recordar lo que pasó y porque estaba ahí, y fue entonces que se le vino a la mente la cabaña, el veneno y....

- ¡Enid! - trató de levantarse de la cama pero su madre aún adormilada se lo impidió - quiero verla, saber si está bien -

- Tienes que tranquilizarte hija aún estás muy débil - Morticia trataba de calmarla pero su hija seguía insistiendo - tu novia está bien, aún no despierta pero estará bien -

- ¿Cómo nos encontraron? - la pelinegra intuía la respuesta, seguramente su hermano no se quedó callado -

- Pericles nos dijo lo que planeabas, y también le dijo a la hermana de Enid, tuvimos suerte de llegar a tiempo - la más alta tomó la mano de su hija - ¿porque hiciste eso? -

- Porque quería estar con ella, fue algo desesperado, no quiero vivir sin ella, al menos muertas estaríamos juntas en el otro lado - una lágrima se escapa de su ojo derecho - y ni así pudimos estar juntas, nos encontraron y vamos a volver a separarnos -

- No mi pequeño escorpión - Homero por fin despertó - no es así, entendí que estás dispuesta a todo por estar con ella, y bueno ella no se ve tan mala - toma la mano de su hija - si algo las separa, no vamos a ser nosotros -

- ¿De verdad? - su padre asiente y se lanza a abrazarlo - gracias por entender -

- Mi pequeña Merlina, que seas feliz es importante para mí -

En otra habitación, Enid despertaba con dificultad y en el mismo estado que la pelinegra, no sabía porque estaba ahí pero de inmediato recordó lo que pasó.

- Mer, ¿dónde estás Mer? - su padre llegó a tranquilizarla - papá ¿dónde está?, ¿está bien? tengo que verla papá por favor -

- Tranquila hija aún estás muy débil, tu novia está bien, despertó hace una hora - la rubia trataba de levantarse pero se lo impidió - Enid debes seguir recostada, ella no irá a ninguna parte -

- No pero nos van a separar otra vez - las lágrimas amenazaban con salir - hicimos lo que hicimos para poder estar juntas, pero ni así pudimos estarlo, nos van a separar -

- No Enid no es así - su hija lo vió extrañada - no puedo hablar por tu madre, pero hablo por mi mismo, no iremos a ningún lado, nos quedaremos en nuestra casa, y cuando salgas de aquí podrás estar con Merlina, si algo las separa no voy a ser yo -

- ¿Enserio papá? - el rubio asiente y de inmediato lo abraza - gracias gracias gracias -

- Lo único que quiero es que seas feliz, además ya no importa esa pelea familiar, digamos que hicimos las pases con los Addams -

- ¿De verdad?, ¿qué los llevó a eso? - estaba feliz que ya no existiera esa riña familiar, pero también confundida, ¿cuánto llevaba inconsciente? como para que sus familias ya no estuvieran peleadas -

- Luego te contaré, es una larga historia - le da un beso en la frente a Enid - lo importante es que estás bien -

- Sí....¿y mamá? - no le parecía extraño que su madre no estuviera ahí, pero aún así sentía curiosidad que no fuera a verla -

- Bueno, ya lo decidí, nos vamos a divorciar, hablé con ella, no lo tomó muy bien y se fue -

- Sabes, no creo que esté bien decirlo, pero me alegra - su padre la mira con cierta confusión - ella nunca me quiso, vaya ni porque estuve apunto de morir se preocupó por mí, y seguramente no estuvo de acuerdo con que hicieras las pases con los Addams -

Un Amor Prohibido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora