Estrella Jail.

Capitulo 5.

-Así que eres bisexual.-Aquel tío le tocó el pelo a Santana.

-No, pero tengo mis necesidades, ¿sabes?- Santana se pegó a él.

-Bueno, es tú día de suerte, yo te voy a poder lo que ella no te podría dar en la vida.-El chico levantó en peso a Santana.

Ella era delgada y de estatura media por lo que no le costó mucho levantarla. Esta lo besó y se sacó una navaja que llevaba casi siempre escondida en su parte inferior de la ropa interior. Le asestó la primera puñalada en el cuello, cuando cayó le dio tres en el estomago, y una en el corazón.

-¿Tú que sabes lo que ella me podría dar? Con esto me asegurare de que nunca más vuelvas a tocarla.-Santana lo dejó morir y ella quedó  ensangrentada de arriba a abajo.

-San...-La voz de Alexia empezó a temblar y no pudo acabar de decir el nombre ya que el guardia le soltó a Santana un guantazo que la dejó inconsciente al segundo.

Cuando Santana despertó en otra celda distinta empezó a entrar en pánico. Ella sabia que clase de celda era.

-Oye, ella... No, dejarla salir.-Alexia le estaba hablando a un guardia.

-Necesita estar sola, ya ha matado a tres personas aquí dentro.-

-Solo me estaba protegiendo, ¿qué le va a pasar?-

-Va a sufrir el castigo que merece.-

Pasaron tres meses después de aquello y Alexia seguía sin ver a Santana. Le metieron a una nueva compañera de celda pero apenas se comunicaba con ella. Durante esos tres meses, Santana había estado sometida a palizas, días sin comer, sin beber agua, quemaduras etc... Quizás no era la carcel mas segura del mundo. Cuando la dejaron salir parecía una chica nueva. Su mirada estaba perdida, sus ojos estaban más oscuros de lo normal. Sus brazos estaban llenos de heridas, sus manos destrozadas, la piel más sucia y la boca llena de heridas con algunas recién hechas. Estaba más delgada y cojeaba de una pierna. Su condena también aumentó a cadena perpetua. Alexia notó que habían trasladado a la chica que estaba con ella.

-Aquí tienes a tu amante, rubita.-Dijo un guardia.

Alexia abrió los ojos como platos al ver a Santana. Esta apenas se podía levantar del suelo. Alexia se acercó hasta ella y Santana comenzó a llorar, intentaba hablar pero no le salían las palabras, solo hacia sonidos como si estuviera gritando. Cuanto más se acercaba Alexia, más se alejaba Santana. Alexia lo comprendió.

-No tengo la culpa de que te pasara esto, intente sacarte de ahí, estuve cada día ahí pero no quisieron.-Alexia le suplicaba.

-La... La... Culpa es... Mía.-Santana hacía muecas de dolor.

Alexia le hizo un "no" con la cabeza. Santana quería golpearle, gritarle, alejarle... Pero no tenía fuerzas. Sentía que se moría, hasta la luz de la habitación le hacía daño. Quizás si se apagara su alma todo estaría mejor pero Alexia la tomo y la colocó en la cama. Durante los dos meses siguientes fue ella quien le cuido, la levantaba, le llevaba la comida a escondidas y guardaba agua para echarle un poco en las heridas y para que bebiera. Un día volvió a hablar de nuevo.

-Alexia... La culpa es mía. Es mía por protegerte, si hubiera mantenido el no protegerte.. Yo... Yo estaría bien. Pero mi corazón quiso acerté un hueco y deje por un segundo que el mandara en vez de mi cabeza y por eso, todo se fue a la mierda. Te pido que no me vuelvas a tocar, ni a mirar, ni a hablar.-Santana la miró con rencor.

-No es de ninguna de las dos, en serio... Si no me hubieras protegido me habrían violado...  Tienes que hacerle caso a tu corazón no a tu mente. No me pidas eso porque no lo pienso cumplir.-

-¿Ves esto? ¡Mira lo que me han hecho por ponernos cachondas! Eres... Eres...-Santana cerró los puños, no quería pegarle.

-¿Soy qué? Venga dilo.-

-Un monstruo, una puta... Dios, si eres más heterosexual revientas pero tenías que hacer el numerito ¿no? ¿que pasa? ¿Te daba morbo follar en una celda con una tía?-Santana le pegó un puñetazo a la pared.
-Hay un monto de lesbianas en esta puta carcel que desearían ponerte a cuatro patas y comerte el coño y tienes que venir a mí, a la única que no lo es, a joderme la vida, eres un puto estorbo.-

-Yo nunca llamaría estorbo a alguien que he protegido y por ello he matado.-

-No lo mate por ti.-

-Lo hiciste, lo hiciste y por mucho que te cueste reconocerlo sentiste algo cuando paso aquello y aunque lo niegues sé que te gustan las tías.-

-Muérete.-

-Lo haré encantada, pero solo espero que recuerdes aquel momento cada vez que me mires a la cara.-

Cada una se sentó en su cama. Santana recordaba aquel momento cada vez que miraba la cara de Alexia y Alexia moría cada vez un poco más por todo lo que estaba pasando. Una noche, Santana despertó gritando y sudando de fiebre, una quemadura de la espalda se le había infectado y tuvieron que llevarla a urgencias. Alexia estuvo llorando, pensaba que iba a morir y lo cierto es que casi lo hace pero regreso a la celda. Santana se encontraba sentada en la cama, en frente de Alexia.

-Estoy aquí por haber matado a mi padre. No lo hice yo. Mi madre murió cuando tenía cinco años, mi padre era lo único que tenía y me aceptaba tal y como era, no me cabría en la cabeza ni ponerle un dedo encima, pero supuestamente lo mate. Soy lesbiana y el era el único que me protegía. Mi tía Charlize me odiaba por ello. No sé quién mató a mi padre. Desde que estoy aquí todas las noches he llorado por él.- Alexia se sentó al lado de Santana.

-¿Por qué me cuentas esto?-Santana levanto sus ojos tristes para mirarla.

-Porque me contaste porque tú estabas aquí y... Porque... Te quiero.- Alexia se alejó una vez que dijo esto.

-No te puedes enamorar de un monstruo.-

-Mira, eres la persona más fuerte que he conocido, la más leal pero tienes una capa que no te deja ser tú por algo que desconozco y sé que lo nuestro es imposible, pero yo no pienso con la cabeza y mi corazón eligió. Me alejare si quieres, pero necesito que lo sepas, no puedo callármelo más y siento lo que pasó... Pero yo me sentí bien.- Alexia se levanto de la cama y Santana le agarró de la mano.

-No quiero estar sola, los dos primeros meses que estuve aquí me violaron y hasta que no entro mi compañera de celda, Rose, a ayudarme, intente suicidarme. Yo no mate a mi familia, me lié con una chica y medio pueblo se enteró de aquello y un chico dijo que me matarían a mi y a mi familia por crear a tal monstruo. No lo era, pero me convertí en uno. No he llorado por mi familia. Prefiero evitar el contacto físico con la gente a no ser que tenga un plan para hacer algo malo.. - Alexia se quedó en silencio.

La rubia se acercó para besar a la morena, pero esta aparto la cara, aun no estaba preparada para eso.