Capitulo 4.

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Bersabé guía el camino por uno de los pasillos de la casa, y Alastor no puede evitar observar todo a su alrededor, ese lugar parece estar hecho de madera y las paredes en su mayoría están tapizadas de diversas fotografías.

De reojo observo a cierto niño de mejillas abultadas y orbes claros, si sonrio un poco más, nadie tiene porque saberlo.

"Y aquí... ¡Es la habitación!" Indica su posible futura suegra tras abrir una puerta y hacerle un gesto con la mano al castaño, invitándolo a pasar primero.

"Vaya..." Murmuró, observando hacia todas las direcciones del lugar. Era bastante grande, con una amplia cama en el medio y una puerta de vidrio corrediza a un lado, la cual cubría una buena parte de la pared, la misma llevaba a un pequeño balcón, está permite una encantadora vista al lago. "Es encantador..."

Y sorprendentemente no tiene que mentir.

"¿Y qué te parece la cama?" Pregunta Bersabé, que para disgusto de Alastor se arrojó sobre el colchón y movió los brazos como lo haría si estuviera sobre la nieve.

"Contrólate por favor." Reprocha Belcebú, indicando con un movimiento que se levante mientras con la mirada le hace saber que hablarán de esto luego.

A Alastor no puede importarle menos la pelea entre la madre y abuela de Lucifer, ya que sigue enfocado registrando cada detalle de la habitación. Sus ojos ubican otra puerta y su lógica le dice que debe ser el baño, lo cual es perfecto, así tendría completa privacidad.

"Y bien... ¿Dónde dormirá Lucifer?" Pregunta juntando las manos, ansioso de que lo dejen solo para poder descansar del horrible día que ha tenido.

"Bueno no somos tan conservadores." Dice Belcebú, acercándose un poco a Alastor "No nos ilusionamos de que ustedes dos no duerman... ya sabes, en la misma cama, por eso escogimos la habitación con la cama más grande."

"¿Oh?... ¡Oh!... Qué bien..." Intenta reír mientras confronta el significado de dichas palabras. "De todas formas, nos encanta acurrucarnos." Comenta con el mismo tono neutro en su voz. "¿Verdad, Chéri?"

"Sí... claro, nos encanta..." Responde Lucifer con ironía mientras acomoda las maletas en un rincón.

Mientras Alastor aún intenta asimilar la noticia, una bola de pelos malvada irrumpe en la recámara antes de mostrar su disgusto hacia él con garras y siseos agudos cuando se lanza contra sus piernas.

"Oh no, ¡Oh no! ¿Qué es eso?, ¿Qué es eso?" Se mueve de un lado a otro sin saber lo que ocurre mientras esa cosa sigue tratando de rasguñar y estar prendida a él. "¡Lucifer!"

"Ya, no pasa nada..." El rubio lo rescata al detener el ataque, tomando en brazos al pequeño y adorable gato para muchos.

"Una disculpa, Alastor." Bersabé sonríe apenada, luego se acerca a su hijo y le hace algunos cariñitos al gato que ronronea como si no hubiera atacado a Lucifer hace unos segundos. "Se llama Catcifer, lo rescatamos hace poco y aún estamos entrenándolo, pero te prometo que no hará daño. ¿No es lindo? ¡Lo nombramos como nuestro pequeño Lucifer" Estiró la mejilla del nombrado quien hizo una mueca.

"No sabía que habían adoptado un gato." Comenta Lucifer.

"Sí, y fueron dos. Pero no sabemos dónde estará el otro..." Dice orgullosamente Michael. Pero de un momento a otro se pone serio. "Por favor, no lo dejen afuera o las águilas podrían atraparlos." Agrega con notable preocupación.

La propuesta. -AppleRadio-Where stories live. Discover now