PROLOGO.
Valle de Napa 2003
- Corre Alex, corre y escóndete, - decía su padre mientras le señalaba el camino más seguro para huir.
- Pero, papá no voy a dejarlos aquí. - lloro
- Maldición – gruño - vete te digo, largo… debes salir de aquí – le gritaba ese hombre al que ella tanto amaba
- No papá - chillo
- Vete hija por favor vete y no vuelvas la mirada atrás – rogo, entonces el Sr. Grey vio con agrado que su hijo mayor Adam se acercaba a gran velocidad – llévatela – le dijo – y escóndanse, Adam – lo miro directo a los ojos posando en las manos del joven la responsabilidad de su hermana - traten de salvarse.
- Pero… - titubeo y no ante tal responsabilidad sino a la terrible agonía que suponía abandonarlo a él y a su madre
- Solo hazlo, con un demonio llévatela… váyanse – grito él hombre y con profunda tristeza los vio partir a sabiendas que esa era la última vez que los volvería a ver – Los Amo – grito.
La Finca de los Grey estaba siendo atacada por la gente de Federico Santoro, el dueño de la hacienda vecina. Los Grey eran personas de Paz y no estaban armados y menos como para enfrentarse al demonio que los hostigaba en ese momento, Federico quería esas tierras para él, había intentado comprárselas a Richard Grey pero este se negó en variadas ocasiones.
El interés de Santoro por esas tierras acrecentó cuando conoció a Alex la hija menor de los Grey. Alex apenas era una adolescente cuando Santoro lo vio por primera vez, pero ya tenía las formas de la preciosa mujer en la que se convertiría.
Federico continúo visitando la hacienda vecina solo con el fin de ver como se desarrollaba Alex, y esperar el momento adecuado para comenzar a pretenderla.
***************************************************************
Habían pasado casi dos años desde la primera vez que la vio y esa mañana cuando fue de visita la encontró sola, nadando en la piscina.
Alex llevaba un bañador de dos piezas color naranja que no dejaba nada a la imaginación, al contrario se veía la belleza de su cuerpo en todo su esplendor.
Cuando Santoro la vio así, decidió que ese mismo día Alex seria suya, así que se acerco a ella con la intensión de conquistarla.
- Buenos días, Alex – sonrió lascivo.
- Ha, hola buenos días señor Santoro – se coloco la mano sobre los ojos para cubrirse del sol.
- Llámame Federico, - le sonrió - estas más hermosa que nunca – Alex no reconoció la mirada libidinosa con la que Federico se la comía.
- Gracias, debe ser por mi cumpleaños – ingenua respondió con una sonrisa ante la devoradora mirada con que Santoro la observaba
- Pues felicidades – y con alevosía continuó – por qué no sales para poder felicitarte como dios manda, dándote una fuerte abrazo – al ver que ella dudaba la azuzo – anda, es de mala educación negarse a recibir las felicitaciones.
- Esta bien – Respondió dudosa.
Alex salió de la piscina lentamente esperando a que alguien de la casa llegara a rescatarla de ese momento, no quería que ese hombre la abrazara aun que fuera solo para felicitarla, nunca le había caído bien.
Finalmente termino de salir y llego hasta Federico, que gustoso lo tomo entre su brazos la apretó contra su cuerpo, saboreándola, palpando la piel joven de Alex, esta noche serás mía, de una manera u otra, pensó y la soltó la ver que se acercaba Richard el padre de la chica.

ESTÁS LEYENDO
De Ahora en Adelante
RomanceLa vida de Alex Parker había sido de todo menos fácil. Todo lo contrario de la vida que ha llevado ilustre empresario Stefan Dunant. Cuando este decide combinar los negocios con uno de sus hobbies (la colección de vinos) busca solo lo mejor de lo m...