「 Brawl Stars × Reader 」
✼ Su voz siempre ha sido su mayor inconveniente al querer expresar sus más profundos sentimientos. Siendo algo social, el hecho de tener que comunicarse a base de gestos y lenguaje de señas ha sido complicado. Trabajar en S...
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| CHAPTER #03
— ¿Aló, _____? — La voz de Fang otro lado del teléfono la tranquilizaba más, había estando timbrando más de tres veces y en ninguna de ellas parecía dar señales de vida, hasta ahora. — Perdóname, pero tuve un inconveniente aquí en el trabajo. — Su tono de voz la hacia dudar, tampoco estaba para interrogado, pero estaba segura que él y Buster habían hecho alguna "travesura".
Recopilando sucesos pasados, Fang había invitado con anterioridad al cine con la promesa que él invitaría las palomitas, pues ese mismo se iban a reunir dentro de unos minutos. Según el había dicho, Masie y Buster también estarían con ellos, a decir verdad le agradaba la idea. Mientras más mejor, ¿No?
— ¿Todo bien? — Preguntó tomando un tono de voz preocupado esperando su respuesta.
— Sí, sí. No es nada grave... — Y ahí estaba de nuevo, ese tartamudeo en su voz que desacreditaba sus propias palabras, además de un grito femenino al otro lado de la llamada regañando a quien creía era el pelirojo. — Puede que la "salida" se retrase un poquiito. Reitero, "nada grave" — Comentó enfatizando en las dos últimas palabras.
Por su parte solo hizo un leve sonido para hacerle entender que todo está bien. Un poco después, la llamada llegó a su fin dejando a una _____ en medio de la plaza de Star Park y sin paradero alguno. Tenía el presentimiento que ese "poquito" iba ser una eternidad.
Una de las opciones era salir del parque y regresar a casa hasta que una llamada de Fang la haga regresar nuevamente. Claramente la más aceptable y la cual la había feliz.
Porqué no, después de todo se va tardar seguro más de una hora...
Devolvió el teléfono en su lugar y emprendió camino a su casa, no sin anter sentir el frío suelo en toda su cara por un impacto que no esperaba para nada.
— Que dolor. — Murmuró para si misma sobando su mejilla derecha, la cual fue la perjudicada. Al llevar su vista a sus pies, pudo notar una atadura en los pasadores de sus patines.
No recuerdo haberlos amarrado así. Sí, estoy segura que no fui yo.
Por arte de magia sus pasadores se habían amarrado de manera unida impidiéndole poder separarlos al intentar mover una de las piernas, estaba segura que fue una clase de broma, y estaba segura de quien se trataba. No le tomó mucho tiempo arreglar el desastre en su calzado, pero podía sentir como la sangre subía poco a poco a su cara de la molestia.
Instantes antes de poder levantarse, una figura humana se posó frente a ella impidiendo el paso de la luz.
No ahora por favor...
— ¡Holi! — Conocía esa voz perfectamente como la palma de su mano. No tenía intenciones de siquiera levantar su mirada y verlo, tampoco de dirigirle la palabra.
