Los ojos de Naruto se sentían tan pesados que no podía abrirlos bien. Cuando estaba por levantarse, alguien presiono su frente con una mano.
-Esta bien, duerme un poco más -
Era una mano fría. Naruto se acostó otra vez cuando escucho eso y cerró los ojos. La mano en su frente acarició su rostro. Intento hablar, pero su garganta ardía, así que frunció el ceño sin darse cuenta.
-¿Estás bien? -
Una voz amigable preguntó.
"¿Qué si estaba bien? ¡Le dolía todo el cuerpo! Sentía como si mil caballos hubieran pasado encima de él"
Quería quejarse, pero lo único que pudo responder es "agua" con una voz quebrada.
Pronto una taza toco sus labios. Intento levantarse para beber agua, pero no fue como había planeado.
Si alguien no lo hubiese agarrado por su cuello y levantado, habría caído en la almohada. El agua fría entro en su boca y paso por su garganta. Luego de beber tanto como fue posible, Naruto se acostó otra vez.
La mano que habría tocado su frente antes, está vez estaba acariciando sus mejillas. Era una mano amigable. Su madre antes de perder la cordura, lo trataba de la misma manera, acariciaba sus cabellos y le cantaba una nana.
Ante esos recuerdos, no dudo en frotar su cara en la fría palma y entrecerró los ojos.
Naruto no sabía distinguir la realidad con el sueño, pero por mientras iba a disfrutar esta paz que le brindaban.
-¿Sigues durmiendo? ¡Levántate de una vez! -
Naruto sintió una punzada en sus costillas, que lo hizo abrir los ojos.
La luz del sol se filtraba por la ventana y el olor a incienso se había extinguido por completo. Las sabanas estaban tiradas en el suelo y su cuerpo desnudo estaba al descubierto.
-¡Vístete y come algo! -
Uno de los eunucos que vigilaban la puerta anoche, estaba en el dormitorio acomodando lo que era una bandeja de comida.
Naruto no le prestó mucha atención y se empezó a vestir. Necesitaba un baño urgentemente, su cuerpo se sentía pegajoso y se sentía incómodo en su parte íntima.
Pero no sabía si tenía ese derecho.
El eunuco termino de preparar todo y miro al Omega que no se movía de su lugar.
-¡Oye! ¡¿Qué no piensas moverte?! - el eunuco apunto la bandeja - ¡Come de una vez! -
Naruto abrió la boca para responder, pero no salió ni una palabra. Envolvió su mano alrededor de su cuello y frunció el ceño. Su garganta estaba inflamada y su voz no salía apropiadamente.
-Debes de estar así porque gritaste toda la noche -
Naruto se sintió incómodo con esas palabras.
-No tengo todo el día, tienes que comer para que me pueda llevar la bandeja-
"¿Cuál es su problema?" Se preguntó Naruto, si no quería comer no tenía que obligarlo, además lo que más necesitaba en estos momentos era un baño.
Así que mejor se acostó de nuevo y le dio la espalda al eunuco.
-¡Bastardo! ¿Crees que por acostarte con el emperador tienes poder? Ja, solo eres su juguete - el eunuco se acerco y con la punta de su abanico volvió a picarle las costillas al omega - Cuando se aburra de ti, te dejara pudrir en este lugar -
Naruto cerro los ojos fuertemente y no cayo en las provocaciones del eunuco. Él sabia lo que era, sabia su posición y lo que podían hacer con su cuerpo.
En toco caso, preferiría que lo mataran de una vez.
Al ver que el omega no se movía, el eunuco dejo de molestarlo y lanzo una maldición.
-¡Haz lo que quieras! ¡No se porque demonios tengo que tratar contigo! -
Tiro la bandeja al suelo, se dio la vuelta y salió de la habitación.
La alfombra de seda quedo manchado completamente.
Naruto se levanto de la cama después de unos minutos y busco con la mirada algo con lo que podía lavar su cuerpo. No importaba si no podía lavarse completamente, solo quería limpiar su parte intima y sacar el semen.
Visualizo una jarra de cerámica con varias flores de ciruelo, camino hacia la jarra y saco las flores.
Había un poco de agua.
Lentamente levanto su kimono y con una mano tomo el agua. Tuvo que morder con los dientes el kimono para que no se cayera y pudiera concentrarse en limpiarse.
Como esperaba, su trasero estaba lleno de semen. Ni siquiera el emperador tuvo la desdicha de limpiarlo.
Al notar que era incomodo limpiarse así, se arrodillo al suelo, solo esperaba que el eunuco no regresara y lo encontrara en esta posición. Sabe que no puede hacerle nada, pero aun así seria vergonzoso.
Después de unos minutos quedo completamente limpio. Abrió la boca para dejar caer el kimono y se puso a limpiar el suelo con la alfombra de seda, después de todo ya estaba manchada.
Miro por el rabillo del ojo la bandeja de comida. Había una bola de arroz, pescado y vegetales.
Su estomago gruño, pero no le hizo caso.
Podía haber posibilidades de quedar embarazado a pesar de que no tenia su rut. Las feromonas del emperador eran demasiados fuertes que quedo casi inconsciente, además de la cantidad de semen que vertió dentro de él...
No, no quería tener un hijo.
Se levanto del suelo y se volvió acostar en la cama de espaldas. Tal vez si ignoraba la comida, su estomago no pediría nada.
-Cambien mi ropa y limpien - El emperador se sentó en la cama y extendió sus manos.
El eunuco acepto la orden, señalando a la doncella y al sirviente a su lado con los ojos. Inmediatamente, dieron un paso adelante para atender al emperador.
-¿Qué sucede con el omega? -
El eunuco inclino la cabeza y respondió - Puse al eunuco Lin a su disposición, ya sabe es alguien joven y puede que se lleve bien con el omega -
-Mmm -
El emperador se quedo en silencio unos segundos - ¿Le llevaron agua para que pudiera lavarse? -
-Si, majestad. También le llevamos su comida como usted ordeno -
-Bien -
El emperador ya había sido limpiado y las sirvientas del palacio estaban arrodilladas frente a él.
-Tienen que cuidarlo, puede que tenga a mi hijo -
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Flores rojas en el invierno.
FanfictionNaruto nació como omega, trayendo la decepción a su madre. Por la conquista de su aldea, es vendido a un burdel donde los omegas son tratados como objetos de placer. Cuando están punto de castrarlo, el príncipe Uchiha llega y pide a todos los omegas...