CAPITULO 4

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"Día 4 antes de morir"

     Amanecí  con un gran dolor de cabeza, y noté de inmediato  que Tea no estaba, busqué  por todos lados y no la encontré,  así que sin más remedio  me reporte en el trabajo  como enfermo  y decidí  hacer algo diferente  ese día, al fin y al cabo, solo me quedaban cuatro  días.

      Caminé  por la cuidad por los lugares que me gustan de ella, por las fuentes, la tienda de habanos, el museo, el restaurante koreano, visité  a mi madre que llevaba  tiempo sin ver, y fui al cementerio  a ver a mi padre , y luego de llorar un rato me di cuenta  que desde su funeral no había ido a verlo, uno cambia tiempo  valioso por dinero  que al final no lo requerimos  cuando nos vamos de esta vida, hice ese día lo que hacía mucho quería hacer y no podía.

   De repente mientras  caminaba en la ciudad sentí hambre nuevamente y entré a un lugar por algo ligero  que comer , y noté  cuando entraba que un hombre temblaba sentado en el piso y nadie hacia nada,tenía frío y se notaba que tenía hambre, pensé  de inmediato  comprarle una sopa caliente  y así lo hice salí y se la di, y muy amablemente  la agradeció,  pero al entrar al lugar de nuevo noté  con asombro  que no estaba comiendo,  así que tomé  mi plato y salí y le pregunté si podía comer con él, imaginé  que como a mi, talvez no le gustaba comer solo ynunca en toda mi vida había sido testigo de cómo la mirada se ilumina  a alguien con un pequeño gesto hasta ese día.

    

      Me senté  junto a él y comenzó  a hablar de tantas cosas que sin duda el tiempo  pasó  muy rápido  y no paraba de hablar, de su pasado , de su país,  de cómo era el en realidad,  y fascinado le escuché,  peleo en una guerra, perdió a su esposa y sus hijos se fueron  por eso estaba solo y detestaba comer solo.

    Luego de horas, dos platones de sopa más y algunas cervezas, se levantó  y me agradeció y callado comenzó  a caminar y sentí que ese día había conocido  a un gran hombre que sentado a las afueras de un restaurante  solamente  quería hablar, este mundo es tan ciego, que deja perderse seres increíbles solamente  por ser diferentes , ese día me di cuenta que las personas  son como un libro viejo, por fuera se ven rotas y acabadas pero por dentro pueden tener historias  increíbles  que contar.

    De camino a casa agradecí  por haber conocido , a ese señor que aunque no sabía como se llamaba  me dio la mejor tarde en muchísimo  tiempo,  llegué  nuevamente  a la prisión  de la cual tengo llave,(mi habitación) y decidí averiguar  algunas cosas, al abrir la puerta no vi nada, solo unos dulces ojos verdes que me veían como si fuera la primera  vez que me miraban , talves esperaba comida , pero me gusta creer que me veían a mi.

    _ me vas a matar de un susto ,dije a Tea en tono de reproche,

A lo que sutilmente respondió,

   _ no sería lógico  que a 4 días de morir , te mate de un susto cuando solo me puedo relajar y ver el espectáculo .
   Sonrió  de una forma fría, y siguió:

     _ vi lo que hiciste  hoy por ese hombre, llevaba  años con ganas de desahogarse.

      _No puedo creer que me siguieras , le dije,
   ¿Que pretendes?¿ Volverme loco creyendo que la muerte anda tras de mí?

Y me dijo:

    _ En ningún momento  dije que iba tras de ti, fui por ese hombre que llevaba años llamándome, y al ver que la conversación  estaba buena decidí esperar que te fueras , esta feliz ahora y en parte es por tu ayuda.

    

   Me sentí  tan triste de saber que lo último  que ese hombre hizo fue desahogarse conmigo , y no pude darle algo mejor que un tazón de sopa y compañía.

     Esa noche lloré  de tristeza  por ese hombre que no conocía,  y sentí  que al morir el mundo perdió parte de su brillo.

       Amaneció nuevamente  y me di cuenta  al abrir los ojos que algo había cambiado en mi, Ya no era el mismo , no sentía  esa tristeza  característica  de algún solitario,  estaba en paz.

   Mi gata me ronroneo, y yo me levanté  a desayunar  , eran tres días los que me quedaban.

El susurro de Dorotea Donde viven las historias. Descúbrelo ahora