CAPITULO 7

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"La única persona que necesitas en tu vida, es aquella que te demuestre que te necesita en la suya".

- Oscar Wilde

—No me dejes, no te vallas porfavor—el no podía dejar que se fuera

—Lo siento no quiero un hijo de él—señala al sujeto recostado a la mesa dormido—No puedo seguir aquí, tengo otra vida, merezco algo mejor que esto, aunque te pareces mucho a mi, tus ojos son igual a los de el, no quiero recordarlo no quiero mirarte y verlo en ti, no lo entiendes! Quédate con el, a mi olvídame, estoy cansada de todo

—Pero eres mi madre..—las lágrimas le corrían por la mejilla mientras suplicaba a la desgraciada que tenía de madre

La puerta se abre dejando entrar una brisa fresca de verano

—No quiero serlo más, nada puede obligarme, me voy con alguien que si me ama y eso es suficiente—terminando de recoger sus cosas se dispuso caminar a la puerta que ya se encontraba abierta

El chico lloraba con cada palabra que salía de la boca de su progenitora, sentía que su pecho le dolía, no entendía como alguien tan cercano pudiera abandonarlo de un día a otro, como era esto posible, porque? porque había nacido? se sentía culpable por la partida de la mujer ya en la acera de enfrente, él deseaba más que nada no ser hijo de el hombre mencionado, pero eso no podía cambiarlo, el pequeño corre hasta ella

—Te suplico que no me abandones, mamá...—la mujer se queda mirándolo con dolor pero con desprecio

—Lo siento, no vuelvas a llamarme así

Eso fue un golpe inmediato en su llaga esas palabras quedarían marcadas en lo más profundo de su ser

—Yo..te amo—sostiene la mano de la pelinegra la cual se suelta del agarre con firmeza, se podía ver una pizca de dolor en su rostro pero siguió su camino

—Solo te pido que no me busques, y que sigas tu camino, si un día me vez de casualidad no pienses que te aceptaré

Sin más se marchó, el chico mira la espalda de ella alejarse, pero no se da por vencido, empieza a caminar tras ella escondiéndose de ves en cuando tras unos árboles, sigue sus pasos, hasta que ve que entra a una casa muy linda

¿hacia donde se dirige, a donde va?— Pensó el con el alma en las manos, no quería quedarse solo, como se supone que se las arreglaría para sobrevivir?

Pudo mirar como una pequeña niña de unos dos años la recibía, quien era? Acaso era su her.... !!No!!, eso no era cierto porque nunca había visto a su madre con una barriga grande a su entender, pensó, y ver como abrazaba a la pequeña entre sus brazos y la besaba le rompió el corazón, quería ir y reclamarle pero no tenía el valor, entendió que había perdido al ser que más amaba en el mundo, y que ya no regresaría, su padre era un drogadicto, nunca se preocupaba por darle de comer o por todas las veces que no podía levantarse de la cama con un dolor, así que esa noche mientras su padre con los ojos rojos de meterse tanta mierda estaba tirado en el sofá fumando como chimenea y el humo regado en todo el pequeño espacio intento irse pero una mano áspera lo detuvo agarrándolo firmemente por su brazo, él supo lo que venía después de eso, como tantas veces pasaba, golpes y más golpes sin el haber hecho algo malo, no entendía porque lo hacía, quizás se portaba mal sin saberlo, pero no le hallaba una justificación a que su padre quien lo vio nacer le hiciera todas estas cosas sin importarle lo indefenso que estaba.

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⏰ Última actualización: Jul 08 ⏰

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