One coin 🗣️

Alexis y Marco.

lenguaje antisonante, realmente romance sin nada de sexo.
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Llevaban algunos meses saliendo a escondidas, poniendo como excusa el grabar vlogs o verse con otros amigos para salir juntos. Era obvio que nada entre ellos era normal, disfrutaban verse a cada hora, tener conversaciones de horas y reír hasta llorar; ninguno de ellos quiso verlo hasta que la bomba entre ambos explotó.

Estar juntos, acostados sin nada que hacer, tan solo verse a los ojos sonriendo era algo que amaban, sin embargo nada era para siempre y lo supieron en cuanto se empezaron a escuchar pasos bajando de las escaleras.

Una costumbre era pasar los viernes en la tarde/noche en casa de Pablo, sin hacer videos o vlogs, tan solo disfrutando de su amistad bebiendo y jugando en la PlayStation.

Aunque se escuchaban a sus amigos cerca, no les importó en lo absoluto y siguieron mirándose en silencio, rogando con la mirada en acercarse un poco más y terminar con la distancia que tanto odiaban.

-Me la vais a mamar, putos.

-Mira pinche español pendejo, usted cállese.

Para Alexis, mostrar su relación con todo el mundo nunca iba a ser problema, de hecho estaba orgulloso de haber conseguido ser su pareja, pero para Marco no era igual, tenía miedo de que hablaran, que lo miraran raro o que tan solo nada fuera igual que antes.

-A ver Alexis, hazte pa' allá que ni de pedo me siento con esos pendejos.

Puvlo interrumpió aquel momento para ellos, haciendo que Alexis hiciera lo pedido y dándole un lugar junto a él; perdiendo aquella conexión con Marco.

Pasando ya algunas horas, siendo exactamente las 2:34 de la madrugada fue cuando ya todos fueron a sus respectivos lugares para pasar la noche, siendo la sala donde les tocó a Alexis y Marco estar juntos; estando cada uno en un sillón, juntando las manos para sentirse más cerca de lo que estaban.

Marco no podía parar de reír con cada anécdota que contaba Alexis, y Alexis no podía parar de querer besar a Marco; pero no se atrevía a hacerlo, no quería que en cualquier momento alguien bajara y los viera, no podría hacerle eso al otro chico.

A pesar de todo, estaban juntos, compartiendo un momento que se sentía tan íntimo, con esos roces de dedos, miradas llenas de devoción y uno que otro cumplido por parte de Alexis que hacía sonrojar hasta las orejas a Marco; nada ni nadie podía quitárselos,así que esperarían en contarlo aunque eso tardase una eternidad, tan solo para seguir teniendo madrugadas así.