EL PUTO MIEDO
Si no te atreves a compartir tu tiempo con la persona que te paró el reloj desde la primera vez que la escuchaste reír, eres gilipollas. Si no eres capaz de bailar con quien te ha enseñado lo que es la música, eres un cobarde. Y el cementerio está lleno de cobardes. Y a los muertos de miedo nadie les lleva flores.
Lo único que conseguirás teniendo miedo es lamentarte mañana de lo que no has sabido valorar hoy. No quieras llegar a viejo y cargar con el peso del «Qué hubiera pasado sí...», que tirarse de cabeza y corazón es una locura, sí, pero no hacerlo por si el golpe es fuerte es una estupidez.
El Puto Miedo
EL PUTO MIEDO
Si no te atreves a compartir tu tiempo con la persona que te paró el reloj desde la primera vez que la escuchaste reír, eres gilipollas. Si no eres capaz de bailar con quien te ha enseñado lo que es la música, eres un cobarde. Y el cementerio está lleno de cobardes. Y a los muertos de miedo nadie les lleva flores.
Lo único que conseguirás teniendo miedo es lamentarte mañana de lo que no has sabido valorar hoy. No quieras llegar a viejo y cargar con el peso del «Qué hubiera pasado sí...», que tirarse de cabeza y corazón es una locura, sí, pero no hacerlo por si el golpe es fuerte es una estupidez.