— En momentos de estrés el es el único que la puede calmar —
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Habían pasado ya años desde el problema que tuvieron las emociones con ansiedad, ahora Riley tenía 15 años y vivía bajo la presión del instituto.
Era difícil los estudios a pesar de que ella fuera una persona inteligente, porque aunque no lo parezca muchas veces estudiaba horas y horas para obtener un resultado que ella no quería, y vivía bajo la presión de no poder ser suficiente. Por esa misma razón estos años ennui, envidia y ansiedad habían estado el mayor tiempo controlando a Riley por mucho de que a alegría y a algunos más no les gustara.
Muchos intentaron decirle a alegría que ya Riley era adolescente y que no dependía de su emoción la mayor parte del tiempo, pero aún así Alegría parecía no escuchar y seguía insistiendo en hacerse cargo de todo.
Ansiedad se mantenía muchas veces en el control pero la mayoría de veces acababa mal, por eso emociones como furia o Alegría no les gustaba cuando ella se ponía al cargo, cosa que decepcionaba a la naranja, como ahora.
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— Hey, no te pongas triste ansiedad. ¿Intenta relajarte, si? — Habló temor acariciandole el hombro a la de orbes verdes.
Hace unos minutos ansiedad había causado un ataque de ansiedad en Riley debido a que mediante una exposición en medio de clase notaba las miradas de sus compañeros y las risas en ella, y al no haber nadie más que ansiedad acabo en un desastre.
Todo había pasado tan rápido que ansiedad no tuvo tiempo para reaccionar a lo que estaba haciendo, y cuando menos se lo esperaba habían llegado las demás emociones a la sala de control; al ver el remolino naranja entre el control todos se quedaron en shock.
— ¡Sabía que no deberíamos haber confiado en ella! ¡Todo es su culpa! — Grito furia mientras su cabeza empezaba a arder.
— ¡Ansiedad! — Grito Alegría furiosa. Pensaba que ansiedad se controlaría pero le había fallado.
Sin embargo ansiedad solamente quería ayudar a Riley y no hacerle daño, se sentía muy estresada como para hacer que el remolino naranja parara. Miedo observo toda la escena algo paniqueado, no sabía que hacer.
