— En donde las emociones de Riley cambian de género por un día. —
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Todo esto era extraño. . . No puedo ver a todos de la misma manera.
Ahí se encontraba Ansiedad, una de las emociones de Riley más nuevas de Riley. Habían pasado ya bastantes años desde el problema que tuvo con los demás, ahora vivía una vida completamente normal, acompañada de su emoción favorita; miedo.
Ambos tenían una relación tanto amistosa como amorosa muy sana, ambos se querían por igual y se respetaban mutuamente; con lo cual no tenían conflictos a menudo.
Ya no había tantos problemas como en la adolescencia de Riley, pues ahora la muchacha era más mayor de edad; con lo que ansiedad fue rebajando su control poco a poco hasta el punto de que apenas tocaba la consola pero a ella no le importaba con la condición de que fuera feliz junto a su pareja. Las emociones más viejas fueron tomando el control nuevamente, aunque tampoco te miento si dijera que nuevas emociones aparecieron en el cuartel como: amor, estrés, pánico, ironía y algunas más.
Aunque esas emociones las metieron en un cuartel para que no molestaran.
Todos vivían en paz y armonía respetando el espacio y las reglas del sitio con lo que nunca llegaron a tener ningún conflicto similar al de ansiedad para nada.
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Era una mañana tranquila como siempre, los dos tórtolos yacían dormidos en la cama matrimonial que compartían, ambos estaban abrazados dulcemente y compartiendo de la compañía del otro.
El lugar estaba en un completo silencio, lo único audible eran las caladas de aire que tomaban ambos para respirar. Todo era tan tranquilo hasta que empezó a sonar la alarma, gritándole a todos que se levantaran. Las luces se empezaron a encender, dando a entender que Riley estaba despierta.
La emoción naranja y la más ansiosa se fue despertando primera, entrecerrando los ojos y estirándose lentamente apoyando su mano contra el pecho de la morada. Todo iba normal hasta que abrió los ojos por completo, y ahí se escuchó un grito.
— ¡AHHH! — Grito ansiedad.
Frente a "ella" estaba una chica de estatura más alta que ella, definitivamente. Su cabello era corto y de un color lila, junto a su respectivo color morado claro; dando a entender que era miedo, pero ansiedad estaba muy asustado como para darse cuenta.
