Un día, en un campamento de verano, Harry, un peculiar niño de doce años fascinado por los insectos, conoció a Louis, de catorce años, el único niño que alguna vez lo defendió o se interesó por sus pequeños amigos. A partir de ese día, los dos se vo...
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"¡Estoy abierto! ¡Pásamela!"
Harry giró la cabeza hacia la izquierda y miró fijamente al otro chico de su equipo de fútbol antes de tropezar con su pelota y estrellarse contra uno de los defensores del equipo contrario.
"Mira por dónde vas, amigo", espetó el defensor, empujando a Harry para quitarse la camiseta verde neón y salir corriendo, intentando hacerse con el control del balón. Desequilibrado, Harry logró mantenerse en posición vertical durante unos segundos antes de caer al césped. Los vítores estallaron a su lado mientras luchaba por enderezarse, gimiendo mientras intentaba estabilizar su respiración. De alguna manera, su equipo logró marcar a pesar de sus dos pies izquierdos.
Rayos de esperanza.
Sintió una mano acariciar su hombro y una risita divertida desde atrás. "Vamos, bug boy, ponte de pie". Las manos de Louis se envolvieron bajo sus axilas y lo levantaron sin dudarlo. "Tus amigos insectos están al margen tratando de no ser pisoteados por jugadores de fútbol desgarbados".
Harry se volvió para mirarlo y resopló con frustración. "No soy precisamente un jugador de fútbol" se quejó con petulancia. "Creo que debería intentar ser un pingüino, o tal vez un panda. ¿Cuál es el animal menos coordinado?"
Louis sonrió. "Creo que sería el Haroldino Stylinous, conocido por crecer demasiado rápido para su propio bien. ¿Prestaste atención en la clase de ciencias de hoy?" Le guiñó un ojo, le dio una palmadita en la espalda a Harry y corrió para volver a su posición. Harry se movió para seguirlo con un suspiro, maldiciendo su reciente estirón. Todo había sido un mal momento, en realidad.
Si le preguntabas a Harry, ningún chico de 13 años debería ser tan bueno en fútbol, pero algunos de los otros chicos de su clase estaban más allá de su edad. Harry no era tan malo; simplemente se enfrentaba a un talento natural. Desde el día en que Louis mencionó por primera vez que quería hacer una prueba para el equipo, tenía un mal presentimiento en el estómago. Ahora esa sensación se estaba extendiendo, principalmente a sus hombros, espinillas y cabeza, donde había golpeado el suelo con más fuerza. Al menos ahora, si alguien le preguntaba, Harry podía dar una razón real por la que odiaba los deportes. Era pésimo en ellos.
Aun así, si su mejor amigo estaba en el equipo, Harry quería tener su tiro. Se suponía que esa era una intención literal, pero hasta ahora, ni siquiera había estado cerca de lograrlo. Tal vez no lograría entrar en el equipo, pero lo menos que podía hacer era intentarlo. Pasar más tiempo con Louis era algo bueno, quería recordarse a sí mismo mientras alguien lo empujaba para alcanzar la pelota. Correcto. Fútbol.
Miró a Louis, que tenía una expresión de pura concentración en la parte trasera del campo en defensa, preparándose para enfrentarse al jugador ofensivo entrante, y trató de interiorizar ese sentimiento. Respirando profundamente y canalizando su interior... ¿quién es un jugador famoso...? Jura que Louis tiene un póster de uno en su habitación....
