Un día, en un campamento de verano, Harry, un peculiar niño de doce años fascinado por los insectos, conoció a Louis, de catorce años, el único niño que alguna vez lo defendió o se interesó por sus pequeños amigos. A partir de ese día, los dos se vo...
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⚠️ Insinuaciones/tocamientos no consentidos, violencia y pensamientos de depresión/autolesión. ⚠️
🪲🐞🦋
Harry pensó que nada en la historia del universo podría ser más mortificante y devastador a la vez que ser activamente ignorado por su mejor amigo en el mundo.
Una cosa era que no se enviaran mensajes de texto, y otra muy distinta era enterarse de que la escuela había cambiado los horarios de Louis y David para que ya no los colocaran en la misma clase que él por su 'seguridad'. Intentaba aceptar que eso estaba fuera del control de Louis, pero su lado irracional tenía dudas.
Pero fue algo completamente diferente cuando, la primera vez que Harry vio a Louis en la escuela el jueves, se miraron a los ojos durante un segundo antes de que Louis abruptamente empujara a su compañero de fútbol en otra dirección, con los ojos muy abiertos.
Harry nunca había querido morir, pero de repente la opción parecía alarmantemente atractiva.
Su mejor amigo no sólo lo evitaba, sino que además parecía tenerle miedo a Harry. Se estrujó el cerebro para entender por qué Louis se sentía así, pero eso lo dejó aún más abatido. Harry se odiaba a sí mismo profundamente, y la única razón que tenía para aferrarse a él era su Omega interior.
Si pudiera tomar un cuchillo y sacarlo de su interior, del lugar de su estómago alojado directamente entre su corazón y su pene, lo haría en ese mismo momento. Lo cortaría, lo cortaría, lo cortaría y se lo presentaría a Louis para demostrarle que ya no era uno de ellos. Cualquier cosa para volver a ser como eran antes, incluso si al final eso lo matara.
"Eres un idiota dramático, lo sabes, ¿verdad? Cálmate" lo reprendió Niall, dándole una palmada en la espalda y tirándolo hacia su costado después de que Harry se desahogara con él después de clase ese día. "¿Qué te dije sobre luchar?"
"Sí, sí", refunfuñó Harry en respuesta.
Continuó de esa manera. El viernes, su típica noche juntos, Louis nunca envió mensajes de texto. Dado que el Alfa habría sido el anfitrión, Harry esperó a que llegara su visto bueno, un brote de esperanza avanzando poco a poco hacia la luz. Pero cuando llegó y pasó la hora de la cena, una película con su madre abrazándolo y luego preparándose para ir a la cama, el brote comenzó a marchitarse.
El sábado por la mañana, era un caparazón arrugado de lo que era antes.
No parecía tener sentido hacer mucho, sabiendo que la única persona en la que había depositado toda su fe no quería saber nada más de él. Un partido fuera de casa le había quitado a Louis el fin de semana, o eso supuso. Louis probablemente se estaba recuperando de sus lesiones, pero Harry no tenía una manera fácil de averiguar cómo se sentía o si estaba en condiciones de jugar un partido.
Por lo general, él habría estado allí, como esa persona de su escuela en las gradas, animándolo constantemente. Sin embargo, eso habría significado hacer autostop con el Alfa. En cambio, se despertó y se quedó mirando el capullo de Diana durante media hora antes de arrastrarse hasta el baño para orinar y rápidamente volver a caer en su edredón.
