Chapter 27

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La egocéntrica cerró los ojos al momento que vio como la rebelde lanzaba aquel golpe, y los mantuvo así cuando se escucho el sonido del impacto y un gritó alto de ira, en su piel herida por los golpes que había sufrido, sintió como unas cuantas gotas de algo le caían. Abrió los ojos comfundida y miro aquel líquido que le cayó. Solo para que después la mirará todavía en su confusión.

Lagrimas caían del rostro de Lapis, y Peridot solo se quedó quieta al verla así. Su rostro se veía triste y enfadada, mientras alejaba su puño de la pared y volvía a soltar otro grito. Solo para que después se alejará de donde yacía la egocéntrica, tapándose la cara con sus dos manos, queriendo ocultar las lágrimas, las cuales se hacían más abundantes.

-Lapis...

-¡No hables!

Peridot se no recitó palabra alguna, se encontraba desconcertada.

-No puedo maldicion! -gritó con furia la rebelde -Te odio, pero no puedo... -agregó entre sollozos -De que mierda me serviría en todo caso?... Además de que a Steven no le gustaría...

Después de decir esto, trato de limpiarse las lágrimas y volteo a ver a Peridot con una expresión de odio y rechazo.

-Nunca te perdonare Peridot... No entiendo como pudiste hacernos esto... No entiendo... No entiendo cómo pudiste hacérselo a Steven. Dale las gracias, por qué si no fuera por Steven, te juro que te mataría ahora mismo -dijo con un tono de voz casi quebrado y difícil de sostener. Como si pronto rompería en llanto, pero no un llanto de tristeza, si no de ira absoluta.

Lapis se limpió nuevamente las lágrimas, le dio la espalda a Peridot. Y se quedó varios segundos parada

-No vuelvas a acercártele. El ya no te ve como su amiga. Es más, el ya no te ve como nada...

El rostro de Peridot se tornó palido al escuchar esto. Mientras que Lapis, terminara por marcharse del lugar sin siquiera mirarla y sin siquiera decir ni una sola otra palabra. Dejando sola a la egocéntrica la cuál de repente, con su cara llena de heridas y moretones. Comenzó a sentirse realmente mal, ocasionando que lágrimas comenzarán a invadir su cachetes y luego comenzando a llorar silenciosamente, y en cuestión de minutos se convirtiera en un llanto de angustia.

Con esas últimas palabras logró entender todo lo que había hecho por sus celos, y por su necesidad de sentir fuera nuevamente de la "soledad". Ni siquiera se detuvo a pensar en los demás, ni en las consecuencias que le traían sus acciones. Ahora se encontraba herida en un baño, mientras lloraba y se arrepentía. A esto había llegado.

Una explosión de sentimientos la abarcó en ese momento, por un lado se arrepentía por el pequeño y algo por la rebelde, pero seguía sintiendo algo de recelo por esta última. Después de todo la golpeó, y en el pasado no la trato nada bien.

Por lo que no sabía cómo actuar, no sabía qué hacer y no sabía que sentir o que pensar. Confundida y temerosa se encontraba.

Por lo que solo se quedo sentada en donde mismo, con rostro de angustia total y lágrimas recorriendo este. "Por qué tiene que ser todo así?" pensó mientras soltaba un suspiro.

Pronto su hilo de pensamientos y esas sensaciones terribles que tenía. Se verían interrumpidas por una voz fuerte y segura.

-Peridot.

La rubia volteo al escuchar su nombre y sus lágrimas se detuvieron casi al instante al ver de quién se trataba.

-Te lo hizo Lapis no?.

-Eso que mierda te importa?.

-Tranquilízate, no me hagas hacerte más daño del que te hizo esa maldita. Además de que tú no eres con la que estoy enojada.

No Importa - (Lapiven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora