Cuando menos lo esperas... ©

Capítulo 28: "1ª Parte, Campamento "

VIERNES 7:30AM

Ya han pasado unos días después del día del parque y ahora estoy acabando de hacerme la maleta para pasar el fin de semana en un campamento con el instituto. 

Desde ese día en el parque, la relación que tengo con Carlos ha ido sobre ruedas. Abrazos, besos, caricias, pero aún sigo preguntándome si esto vale la pena. Si no voy a sufrir, si esto no es una broma.

--¿Ya estás?--pregunta Carlos apoyado en el marco de la puerta de mi habitación. 

Levanto la cabeza rápidamente y miro al frente

--Emm...Si, claro--digo sin mirarle y a la vez cerrando mi pequeña maleta.

No dice nada, anda lentamente hacia mi y me toca el pelo.

--Me encanta tu pelo--dice sin más y le miro confusa.

--¿Y eso a que viene?--pregunto asomando una pequeña sonrisa.

--No se, solo me encanta--dice encogiéndose de hombros.

Pongo los ojos en blanco y le regalo una sonrisa.

--Ya he acabado, ¿vamos, osito?--digo parpadeando repetitivamente.

Ríe y me sonríe de una manera muy dulce, lo que produce un rápido sonrojo por parte mía.

--Claro, peque--me guiña un ojo y me coge de la mano cuidadosamente.

Miro nuestras manos unidas y sonrío tontamente.

.....

--¿Cuando viene tu madre?--pregunto mirándole.

Observo el ambiente y veo a la gente con sus respectivos móvil y los cascos escuchando música. Estamos  en el autobús en dirección al campamento y yo me encuentro sentada al lado de Carlos.

Él mira el paisaje expectante y como veo que no me contesta a la pregunta, le doy un pequeño empujón en el hombro y eso le hace reaccionar.

--¿En que piensas?--pregunto con una sonrisa.

--¿Yo? No se, nada--dice encogiéndose de hombros.

Apoyo mi cabeza en  su hombro derecho y le cojo de da la mano un tanto tímida.

Él se pone rígido pero después se relaja acariciando mi pelo.

--¿Me habías dicho algo?--dice.

--Si, ¿cuando viene tu madre?

--Me parece que el lunes. Dice que nos trae una sorpresa o algo así.--dice acariciando el brazo.

--¿Una sorpresa?--pregunto desconcertada quitando mi cabeza de su hombro.

Me mira directamente a los labios e ignora mi pregunta acercándose a mi. Apoyo mi mano en su pecho y le miro antes para después juntar mis labios con los suyos.

--Respirad, respirad--dice Ali detrás nuestra.

Me separo rápidamente de él y miro a mi mejor amiga con desaprobación.

--¿Qué?--dice divertida--No quería que murieses.

Carlos ríe y me abraza.

--Tranquila, conmigo no le va a pasar nada malo.--comenta Carlos volviendo a acariciar mi pelo.

--Dios, que cursis sois los dos.--dice Ali poniendo cara de asco.

Me sale una pequeña risa y miro tímidamente a Carlos que me responde con su sonrisa amplia y con sus hoyuelos.

No puedo, no puedo, no puedo. Que pare de sonreír, por favor. Que si no me enamoro.

...

Miro mi reloj y resoplo. Ya han pasado 3 horas y me estoy meando. Si, tengo que ir a hacer pipí si no quieren que el autobús huela a algo muy desagradable.