Me quedo mirando el paisaje desde el coche y resoplo.
Estoy tan enfadada con él que le gritaría pero ya no tengo fuerzas.
-Valeria-me llama Carlos.
-¿Qué?-digo bruscamente.
-Sólo quería que no te pasara nada.
-En serio, cállate-le miro enfadada.
No vuelve a decir nada hasta llegar a casa.
Salgo del coche y me dirijo a zancadas hacia la puerta principal.
-¡Valeria! ¿puedes esperarme?-grita.
-¡No!-contesto de mala gana.
Me doy cuenta de que él tiene las llaves de la casa y le espero al lado de la puerta.
-¿Ya te has dado cuenta de que no puedes entrar sin mi?-dice con una sonrisa pícara.
-Abre.
-¿Las palabras mágicas?-pregunta travieso.
-Me encantaría quitarte esa sonrisa tan asquerosa.-digo con asco.
-Y a mi otra cosa-me mira de arriba a abajo y se acerca peligrosamente a mi, lo que hace que retroceda hasta que golpeo mi espalda con la puerta.
-Retrocede-le pido sin mirarle.
Se acerca aún mas y aguanto la respiración.
Noto como su cuerpo toca el mío.
-¿Por qué iba a hacerlo?-pregunta tirando su aliento con sabor a vainilla.
-Porque te están robando el coche-se gira rápidamente y yo aprovecho para coger sus llaves, abrir la puerta y dejarlo fuera.
-¡Toma!-grito y hago mi baile de la alegría.
-¡Eh!-grita Carlos dando golpes en la puerta.
-¡Ups! Que pena, no me acordaba de ti y ahora no encuentro las llaves-empiezo a reír y él grita de frustración.
Miro la hora y son las once de la noche.
-¡Cuando entre te arrepentirás de haberme dejado fuera!-grita.
-Espero sentada, campeón.-hago una reverencia aunque se que no me ve.
Subo las escaleras y me encierro en mi habitación.
Suspiro, me pongo el pijama de Tom & Jerry y voy directa a la cama.
Menos mal que mañana es domingo y podré dormir plácidamente.
...
...
Siento un cosquilleo en mi planta del pie, lo muevo pero aun sigue esa sensación tan rara.
Abro los ojos lentamente y me doy cuenta de que aún esta oscuro.
Se va el cosquilleo del pie y ahora lo noto en la mejilla.
Me levanto de un tirón y miro a todos lados pero nada, no parece que haya nadie.
Me restriego los ojos con las manos y decido ir al baño, pero antes miro la hora.
¡Las tres y cuarto de la mañana! ¿Estamos locos?
Toco el suelo y lo noto pegajoso. Parece gelatina. Intento moverlo pero me es imposible.
Entonces me acuerdo de lo que me dijo Carlos: "¡Cuando entre te arrepentirás de haberme dejado fuera!"
No puede haber sido él, ¿no?
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Cuando menos lo esperas... ©
Fiksi Remaja¿Que pasaría si tu madre se va TODO un año a Francia y te quedas a vivir con el vecino de al lado? Valeria se queda sin madre durante un tiempo y esta muy enfadada, pero cuando se de cuenta de quien esta en la casa del vecino cambiará de idea comple...