(Yo En Spider-Verse) "𝑈𝑛 𝑆𝑖𝑚𝑏𝑖𝑜𝑛𝑡𝑒 𝐸𝑛𝑡𝑟𝑒 𝑎𝑟𝑎𝑛̃𝑎𝑠"

"Un golpe de realidad"

El simbionte había pasado por innumerables desafíos desde que se unió a Ángel. Había hecho de todo para encajar en su universo, adaptándose y evolucionando con cada obstáculo que encontraba. Cada día presentaba una nueva lucha, un nuevo enemigo, una nueva prueba de su determinación y fuerza.

En los momentos más oscuros, cuando el peso de sus decisiones y acciones parecía insoportable, recordaba las palabras de una joven araña futurista que le había dado un consejo invaluable:

"Lucha por un mejor mañana."

Esas palabras resonaban en su mente una y otra vez, una luz guía en la penumbra. A pesar de lo difícil que había sido, a pesar de las veces que había sentido que todo estaba perdido, se aferraba a esa idea con una fuerza inquebrantable. Sabía que, en algún lugar, había un futuro mejor esperándolo, un mañana por el que valía la pena luchar.

Cada batalla, cada sacrificio, cada pequeño paso hacia adelante, era un recordatorio de su propósito. No solo luchaba por su propia supervivencia, sino por la posibilidad de un mundo mejor, un lugar donde las injusticias y el dolor pudieran ser finalmente superados.

A veces, el camino parecía interminable. Las adversidades se acumulaban y las noches eran largas y solitarias. Pero incluso en los momentos más oscuros, cuando la esperanza parecía desvanecerse, el simbionte seguía adelante, impulsado por la promesa de un mañana que aún no había visto, pero en el que creía con todo su ser.

Era esa esperanza la que le daba fuerza, la que le permitía seguir adelante a pesar de todo. Y aunque el futuro era incierto, y las batallas por venir eran muchas, el simbionte sabía que mientras luchara, mientras creyera en un mejor mañana, nunca estaría realmente perdido.

-Verdad?

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Dos meses después

Desde que la iniciativa de Miguel O'Hara comenzó, habían pasado dos meses. El simbionte, albergado en el universo de Miguel, se encontraba trabajando en conjunto con este mismo para lograr reparar el daño que ocasionó el colisionador. Las misiones se sucedían una tras otra, cada una más complicada que la anterior, pero con cada éxito, el equipo de Spider-People se acercaba un poco más a su objetivo.

El simbionte, conocido ahora como Anti-Venom, se adaptaba rápidamente a las nuevas tecnologías y métodos que Miguel y su equipo le presentaban. La integración con Lyla, la inteligencia artificial que predecía las anomalías, se volvió fundamental en su estrategia. Con cada misión, Anti-Venom demostraba ser una pieza clave en la lucha por restaurar el equilibrio del multiverso.

Sin embargo, aún faltaban muchos detalles sobre cómo arreglar completamente el daño. El colisionador había dejado secuelas profundas en el tejido del universo, causando que seres de diferentes dimensiones fueran transportados aleatoriamente. A medida que Anti-Venom y Miguel profundizaban en su investigación, se daban cuenta de la magnitud del problema. No solo era cuestión de devolver a las anomalías a sus universos de origen, sino de reparar el tejido mismo del multiverso.

La tarea era titánica y, a veces, parecía imposible. Pero Anti-Venom se aferraba a la esperanza que le había dado Peni Parker. Cada misión completada, cada anomalía capturada y devuelta, era un paso más hacia ese mejor mañana por el que tanto luchaba. Junto con Miguel y el equipo de Spider-People, estaba dispuesto a enfrentar cualquier adversidad para alcanzar su meta.