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𝓝𝓪𝓻𝓻𝓪 𝓝𝓲𝓬𝓸

Le acariciaba los brazos a mi esposa, sabía que tanto para ella como para mi fue dura esas semanas de adaptación. Sentí una mirada punzante en mi nuca, vi disimuladamente y era Will, tragué grueso logrando que mi esposa entendiera.

estas todo bien cariño?—Pregunto por el lazo que tenemos.
—Si, solo que me siento mal.
—Yo también.
Le dejé una pequeña caricia en su espalda por medio de nuestro lazo.

Ella se separó de mi pecho y vio a nuestros hijos.

—Mis niños, ¿me ayudan a ir al baño?

—Claro mamá.

Nuestros hijos se levantaron y ayudaron a su mamá a levantarse con dificultad y yo la vi ofendido.

—¿Por que no me pides ayuda a mi?—La vi a los ojos.—Soy tu esposo.

—Lo se, pero quiero ir al baño y tú seguirás contando tu parte de la historia, antes de que a nuestro hijo o hija le dé por salir de mi cuerpo.

Y se fue con nuestros hijos al baño que le indicó a Quiron.

—Esto tomara tiempo.—Dije tomando agua.

—¿Por que lo dices?—Pregunto Hazel.

—El embarazo quita movilidad, se cansa más y tiene un peso extra que hace que se mantenga en el baño...era peor cuando estaba embarazada de los mellizos, recuerdo que antes de que nacieran ella pasó todo un día en el cuarto del baño, se quedaba en la tina y cuando necesitaba hacer sus necesidades salía y luego volvía al agua.

Sonreí ante el recuerdo que llegó a mi mente, cuando uno tiene tantos años...no se olvidan las cosas, solo se almacenan en el cerebro y salen cuando deben salir.

—Nunca te vi sonriendo.—Comentó Will

—Después de la fiesta solo sonreía cuando estaba borracho con amigos, de resto no llegue a sonreír después de 25 años si no es que más...pero el tiempo es hora sigamos con los recuerdos.

El ejercicio de quiron no tiene nada que ver con el ejercicio de los Ilyrios. Estaba sin camisa, las alas estaban caídas por completo, no me importaba que me dijeran que era un macho débil, a fuerza puedo estar en pie yo.

—Vamos Nico, los altos lord no son débiles.—Dijo Cassian.—Dame otros 50.

Yo lo ignoré y me senté apoyado en un árbol, era mi primer día aquí. Curiosamente me había sanado demasiado rápido y muy a las 4 am me había despertado.

—No soy un alto lord, soy el maldito hijo de un dios y una Mortal, como esperan que aprenda a volar, a ser un líder... cuando solo tengo 16 años, apenas ayer era un mestizo, ahora soy un alto lord...no, no soy alto lord no tengo el honor para usar ese título.

El de ojos violetas, Rhysard se acercó a mi y se sentó a mi lado.

—Te entiendo, yo pensé lo mismo por muchos años...también tuve tu edad, pero no estuve solo tuve a estos dos locos, yo lo que veo Nico es que estás solo, solo tenías a tu amiga Cassandra....serás un gran alto lord, y si te hace sentir mejor aquí tienes a estos amigos.

Yo los vi, vi a Cassian que me veía esperando que obedeciera y hiciera 50 lagartijas más, i a Azriel el más silencioso, pero me veía tan solemne y con tanto apoyo que le creí, y por último vi a Rhysard, tan relajado que me relajo a mi.

—Creo que debo hacer 50 más.

Los 3 me sonrieron.

—Ya te vimos que eres bueno con la espada, falta el combate cuerpo a cuerpo y el físico.—Dijo Cassian.

Me puse en posición y negué con la cabeza diciendo.

—Nada más.

—El vuelo, no olvidemos el vuelo.

El recuerdo se interrumpió, ya que entró mi familia, me levante de donde estaba cercada y me acerqué a mi esposa, para llevarla de la mano al sillón.

—Yo terminó con su madre.

Mis hijos fueron a sentarse en donde estaban antes, yo acariciaba sus hombros cuando con cuidado la ayude a sentarse y le coloqué una mano en su vientre.

—¿Aprendiste a volar?—Preguntó Jason

—Por supuesto, me costo mucho tiempo, esfuerzo y dolor pero lo hice. Azrie me ayudó, el me enseñó.

—Son muy buenos amigos ustedes.—Afirmó Piper.

—Somos un círculo íntimo de amigos, a pesar de que ellos seña 123 años mayores que yo.

—Entonces Sombritas su inicio de semana fue entrenar y hacer amigos, ¿como fue el tuyo Cassandra?—Dijo Leo

Ella se rió sin ganas, mientras negaba con la cabeza.

—Realmente mi primer día fue igual por todo un mes, lloraba, casi no comía, era muy ansiosa...

No había dormido casi nada, los latidos y las respiraciones de todas las personas en este lugar es estresante. No pude dormir, sentirlo no me lo permitió.
Intente hacer de todo, me golpee la cabeza, me coloque la almohada en la cabeza tratando de tapar los sonidos, me había apretado tantos mis nuevas orejas que me dolían estaban ardiendo. Lo único que me calmo fue que llené la tina con agua fría y me hundí en el agua, hasta que necesite el aire para respirar, me miraba en el espejo que tenía el baño mientras estaba sumergida, mis facciones tan hermosa como una diosa, mis orejas y mis delicadas manos.
Había dormido una hora esa primera noche, cuando entró una joven con cuidado al cuarto.

—Lady Cassandra, mi señor Helion solicita su presencia en el desayuno.

Me giré en la cama.

—No tengo hambre.

Y no salí toda esa semana, me traían mi comida...hasta que una semana después, era el desayuno cuando fue Helion el que entró en mi habitación con una bandeja de comida, la dejó en la mesa y se sentó a los pies de la cama.

—Supongo que no he sido la mejor invitada que haya tenido mi lord Helion.

—No...pero te entiendo Cassandra, estás pasando algo muy duro, eras humana y ahora una inmortal. Es duro, pero no puedes dejar que el cambio gane, tú le debes ganar al cambio. Los cambios son buenos y son necesarios, y ya no sirve mirar hacia el pasado cuando tu futuro es tu presente, te puedes quedar acá todo el tiempo sin hacer nada, seguirás siendo mi invitada hasta que vuelva Nico y él te llevara a su nueva corte y te pedir matrimonio.

—¿Cual es mi otra opción?—Pregunte.

—Te levantas ahora y te llevaré a que comiences a entrenar tus poderes, te puedo llevar a la enfermería y trabajar ahí en las tardes, luego de entrenar. Es tu decisión.

Lo pensé, hasta que lo vi a los ojos.

—Me levantare.

El relato se detuvo ya que mi mujer se agacho tocando su vientre, rápidamente me arrodillé.

—¿Que pasa mi amor? ¿Que sientes?

—¿Ya va a nacer mamá?—Pregunto Bianca.

—No nacerá...—Respiro hondo.—Solo que me pateo muy fuerte y muy abajo, nacerá pronto.—Dijo viéndome a los ojos.

—No nos quedaremos mucho...

Mi amor, ¿si los llevamos a nuestro hogar en la corte?—Me dijo por el lazo.
—¿Por que?
—Siento que en cualquier momento entraré en labor cariño, puede que solo sean los nervios, pero...me sentiría más tranquila en casa.
—Como tú quieras cariño.

Me levante y vi a Quiron.

—Quiron podemos hablar.

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2024 ⏰

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𝓤𝓷𝓪  𝓬𝓸𝓻𝓽𝓮  𝓭𝓮  𝓼𝓸𝓶𝓫𝓻𝓪𝓼  𝔂  𝓵𝓾𝔃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora