NO CONMIGO

Capítulo 04.

           El día que nos divorciamos no fue mi decisión 

Sakura siempre recordaría con dolor el día en que Sasuke le pidió el divorcio.

—¿!Pero porqué!?— Gritó Sakura sin poder dejar de llorar desconsoladamente.

A Sasuke también le dolía, pero era necesario aquello para poder ser presidente.

—Escúchame, después de esto, en dos años nos volveremos a casar, nuevamente y será la boda más grande y costosa de la historia— Le dijo el Uchiha tomando sus manos.

Sakura sollozaba, porque no quería dejar de ser la mujer legalmente de Sasuke, sentía como si le estuvieran arrebatando a su familia. 

—Todos sabrán que eres mi mujer, pero ahorita debo hacer esto para poder ser presidente, es una oportunidad única— 

—No me amas— Murmuro Sakura con voz inentendible por el llanto.

—Claro que si te amo, no dudes de eso— La angustia en la voz de Sasuke era clara.

—Si me amaras no te casarías con otra, ¿como puedes pensar siquiera en dejar a tu familia y casarte con otra?— 

Naruto escuchaba aquella pelea en el segundo piso de la casa mientras cargaba a Sarada la cual milagrosamente estaba durmiendo a pesar de los gritos de sus padres. El rubio no podía creer de lo que Sasuke era capaz de hacer por el poder.

El Uchiha se había involucrado con la familia Yamanaka, y al parecer uno de los hombres con más influencia en la política Inoichi Yamanaka le había agradado tanto Sasuke que le ofreció su ayuda para poder ser presidente a base de influencia y corrupción, a cambio de que este se desposara con su hermosa hija Ino Yamanaka. 

Era una propuesta que Sasuke no la podía dejar pasar.

—Si te casas con ella olvídate de nosotras— Dio el ultimátum sakura mirando a su esposo con miedo.

Con miedo a que la abandone, como lo había hecho su padre.

—Sakura, esto solo será un negocio más, no es por amor entiende, ella incluso tiene un novio que su padre no acepta, por favor, solo será un año, nada más un año en lo que me eligen como presidente— 

Sakura se sentó en la orilla de la cama matrimonial e intentaba respirar con normalidad, pero sentía que se ahoga y la respiración se le cortaba. Sasuke se hincó frente a ella y le tomó sus manos mirándola.

—Me abandonas— Le dijo entre el llanto entrecortado —Dijiste que nunca me dejarías—

—Y no lo hago, seguiré viniendo, todo será igual, solamente que ante el público ella será mi esposa— 

Sakura tenía el estómago revuelto ante aquello, Naruto fruncía su ceño escuchando aquellas estúpidas palabras, creía a Sasuke como alguien inteligente.

Pero el poder lo estaba cegando tanto, que no veía lo que perdía en su camino.

Aún así, el miedo al abandono de Sakura fue más fuerte, y permitió seguir con esa extraña relación que ahora había formado con Sasuke.

Porque ahora no era su esposa, era su amante.

Naruto la tuvo que llevar a emergencia porque ella tuvo un colapso nervioso el día que Sasuke se casó con aquella mujer, y aunque Sasuke le juro que no tendría nada con aquella mujer el beso que compartieron al momento en que el sacerdote los proclamó marido y mujer la hizo tener un ataque de pánico.

El rubio veló por el sueño de su amiga que después de tanto llorar se había quedado dormida, la pequeña Sarada estaba agena a todo lo que sucedía, la pequeña estaba tranquila.

Porque por el abandono de Sasuke hacia su familia, la pequeña pelinegra prácticamente se había criado con Sakura y Naruto, así que tanta era la confusión de la niña que su primera palabra fue decirle papá a Naruto.

—Deja de confundir a la niña, no permitas que le diga papá a un hombre que no es su padre— 

Ese día Sasuke había ido de visita a su hogar, o ex hogar, porque después de que le dijo a sakura que todo sería igual, nada fue así, el venía muy pocas veces a la semana, la pelirosa ya no discutía porque no ganaba nada de aquello, estaba tan dolida que una fría pared se había creado entre ellos, y a Sasuke le dolía y sentía el error que había cometido.

Convertir a la mujer de su vida, a su compañera de vida en amante, había sido la mayor humillación que sakura había sufrido, por la persona que menos lo esperaba.

—No puedo evitarlo, ella está creciendo y Naruto es quien está siempre, pero intentaré corregirla— Susurro la pelirosa cargando a su hija.

Sasuke por evidentemente estar casado públicamente con otra mujer, no podía estar tanto tiempo en casa con Sakura, así que no estaba siendo parte del crecimiento de Sarada, prácticamente no conocía nada de su hija.

—Es alérgica Sasuke, no puede comer galletas con almendras— Le advirtió Naruto entrando a la cocina y evitando que él le diera aquella galleta a la niña de un año.

El silencio en la cocina fue tenso, porque los tres pensaban lo mismo, Sasuke era como un desconocido ahora. Y aunque Naruto ya no veía a Sakura como un interés amoroso, para Sasuke aquella cercanía de su amigo y su mujer lo ponía celoso, pero no podía decir ni hacer nada, después de todo él confiaba en Sakura y su amigo y no era nadie para hacer una pelea, él había fallado.

—Tiene sueño, iré a acostarla, ¿Quieres venir o ya tienes que irte?— Sakura le pregunto a su ex esposo. 

—Voy a ir— Le dijo rápidamente.

Ambos acostaron a Sarada y la niña se durmió al instante, los dos se dedicaron a mirarla.

—Ya paso un año Sasuke, me dijiste que en un año la dejabas— 

El Uchiha se tensó, porque su suegro le había puesto el límite de cinco años, y él había firmado un documento, pero no sabía cómo decirle a Sakura.

—Sarada te necesita a su lado... yo te necesito— Le dijo con tristeza.

Sasuke la miro, estaba más hermosa que nunca, se acercó a ella y la besó delicadamente, Sakura se dejó llevar por sus sentimientos, por sentir a Sasuke como suyo, como su familia. 

Ambos se dirigieron a la habitación que compartieron como marido y mujer y volvieron a revivir la pasión que los había caracterizado desde que fueron pareja.

Pero el vacío en Sakura creció cuando Sasuke tuvo que volver a su nueva casa, con su esposa.

—Sasuke, recuerda que para sakura el abandono es algo delicado— Le advirtió Naruto a su amigo.

—Yo se lo que hago, cuando pueda volver con mi familia todo será como antes, solo que tendré más poder para protegerlas— 

Naruto suspiró con derrota mirando a su amigo irse en aquel auto negro costoso.

...