𝐍𝐀𝐃𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋 [𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 𝐺𝑎𝑙𝑙𝑎𝑔ℎ𝑒𝑟]

𝘤𝘢𝘱𝘪́𝘵𝘶𝘭𝘰 𝘤𝘪𝘯𝘤𝘰

/_____ Clark/

-______, despierta - escuchaba una y otra vez resonando a mi alrededor.

[...]

-No te estoy entendiendo _____, ¿acaso ya no confías en mí? - dijo una voz masculina con frustración y tristeza a la vez.

Sentí como mi corazón palpita rápidamente, en mi garganta se forma un nudo y no podía decir nada, solo me sentía mal por como estoy actuando.

-¿No me crees? ¿Prefieres escuchar rumores? Es una gran decepción.

No pude aguantar más y solo suelto lágrimas sintiéndome fatal, lo último que dijo sí duele, y duele demasiado.

-No me digas eso, lo siento tanto - me disculpo lanzándome hacia él para abrazarlo.

[...]

-_______, ¡¡ya despierta porfavor!!- sentí que me ahogaba, no podía abrir los ojos, estaba de nuevo atrapada en ésta pesadilla.

Me faltaba el aire, no podía gritar, no podía moverme, tenía la vista oscura y mis latidos no paraban de palpitar...

Sentí el frío piso al momento en que caí, miré a un lado y una luz brillante cegaba mi visión, ¿debería ir hacia ahí?

Mi cuerpo débil intentaba pararse pero no podía, sentía como si cargara rocas en la espalda. Miré hacia otro lado y vi a Aidan con una sonrisa.

Arrastré mi cuerpo con las manos decidida a ir junto a él, lo vi caminar en dirección mía con la mano extendida dispuesto ha ayudarme.

Al momento en que nuestros dedos rozaron, desperté.

-Disculpa por levantarte, recién entro y estabas durmiendo, al parecer tienes fiebre, estás sudando - habla sonriendo tan tiernamente.

Cerré los ojos sintiendo mis lágrimas salir, ya no quiero vivir con estos sueños tan extraños.

-Tranquila, yo estoy aquí - seguido de ello pude sentir un cálido abrazo.

-Estoy sudando - dije riendo un poco.

-A mí no me importa e incomoda, pero es mejor que te des una ducha, te prepararé una sopa - dice basándome la frente, se levanta de la cama y escucho como baja las escaleras.

Me puse de pie, tomé una toalla encaminándome hacia el baño, quité mi pijama húmeda y abrí la llave de la ducha; sentí las gotas frías mojar mi cabello hasta llegar al piso.

Al paso de unos minutos salgo envuelta con una toalla, dentro de mi habitación se encuentra Aidan colocando sábanas nuevas.

-Hola preciosa, te tomaste tu tiempo en la ducha, puse a lavar las sábanas, estaré atrás de la puerta para que te puedas cambiar - dicho eso sale del mencionado cerrando la puerta.

Después de 20 minutos abro la puerta y Aidan no estaba, bajé las gradas y fui a la cocina y tampoco estaba, lo llamé pero no había respuesta. Empecé a desesperarme.

Al instante escuché la puerta de la entrada abrirse, corrí de inmediato y él apareció.
Soltando un suspiro lo abrazo.

-Hey, tranquila, no imagines cosas que no sean real, yo estoy aquí para ti - dijo con un tono dulce, tal y como yo quería que fuera.