𝐍𝐀𝐃𝐀 𝐑𝐄𝐀𝐋 [𝐴𝑖𝑑𝑎𝑛 𝐺𝑎𝑙𝑙𝑎𝑔ℎ𝑒𝑟]

Capítulo seis

_____ Clark

—No sabía que tenías auto — dije viendo como coloca mis maletas en la parte trasera.

—Sí, es un regalo de mis padres por terminar la preparatoria.

Sí, ya han pasado varios meses que conozco a Aidan y de las que somos pareja, básicamente solo estamos esperando la aceptación de la Universidad que ambos postulamos.

—Está genial, ahora ya no serás el chico de la patineta, sino el chico con un bonito auto...

—¿Qué? — dice riendo.

—Solo digo, aun así tendrás a muchas chicas detrás — hablé despacio mordiendo mi labio inferior.

—No amor, lo único que harán esas otras chicas es verte con envidia, porque eres la mujer más linda que hayan visto mis ojos, que todos vean cual bella es mi mujer — dijo tocando mi rostro con suavidad besando mis labios.

Algo dentro de mí está comenzando ha actuar raro, no me gusta.

[...]

Ya estaba oscuro y tenía mucha hambre, aún no llegábamos al lugar que Aidan reservó para nosotros.

—Tu estómago está sonando — dice Aidan riendo levemente.

—Perdón, tengo mucha hambre, soy un poco glotona — dije viéndolo.

Su concentración en el camino dejaba ver su perfil tan bello, soltó un suspiro y sonrió.

—Sé que me estas observando, también quisiera verte, ver esos lindos ojos tuyos y llenarte la cara a besos, pero más importante es tu bienestar, por eso no perderé la mirada en el camino — dijo explicando todo de manera romántica.

—No hay casi nadie pasando por aquí — hablé provocando para ver lo que haría.

Aunque su forma de vestir sea tan diferente de los demás, es decir a su estilo, la cadena que mantiene el cuello y los anillos en dedos, detrás de todo eso está un chico dulce y cariñoso; sin embargo, también me atraía su lado "malo".

Paró el auto al borde de la carretera y toma mi rostro con sus manos de manera sueve, mira mis ojos sonriendo y comienza a darme un beso tierno.

—Te amo como no tienes idea, no necesito absolutamente nada porque contigo ya lo tengo todo, tú eres más que el oro y la plata, el valor que tienes es inigualable y es todo mío...

Amaba todo de él, sobre todo las bellas cosas que me decía que sin pensarlo comenzaron a causarme preguntas sin una respuesta definida.

[...]

Al despertar no encontré a Aidan en la habitación. El sonido de las aves era encantador para despertar, salí de la cama y caminé donde está la cocina.

—Buenos días hermosa, espero que hayas amanecido bien, el desayuno será afuera de la cabaña.

—Está bien, perdón si dormí tanto, no lo vuelvo a hacer — dije con temor en mis palabras.

—Hey, no pasa nada, a mí no me molesta. Quiero que disfrutes estos días aquí conmigo, además anoche llegamos tarde a este lugar.

—Está bien, iré a ponerme linda.

—Ya eres linda, bueno más que linda, estas preciosa siempre.

Él me decía tantas cosas bellas pero lo único que sentía en el fondo era que yo era muy poca cosa para él y lo único que podía hacer era mejor, cambiar todo de mí.

[...]

Después de salir a recoger los alrededores del cálido bosque, ambos volvimos a la cabaña. Yo sostenía una canasta con frutos dulces y él me cargaba.

—Las princesas no deben caminar demasiado, tú eres mi princesa bella.

Habló sonriendo dando vueltas, soltamos risas de diversión y cuando paró estaba mareado, parecía que iba a caerse.

—Ten cuidado, recuerda que me tienes en tu espalda — dije besando su cabello y parte de su cachete.

[...]

Ya se había oscurecido, ambos dormimos, pero yo volví a tener los sueños raros que ya no tenía hace meses.

___________

—Pero quizás ella vuelva a molestarte — dije mientras Aidan hacía un trabajo de la Universidad.

—Estás pensando en esas cosas nuevamente _____, ya lo hemos hablado muchas veces.

—Perdóname, soy una tonta...

—No lo eres, ya no sé que hacer para que dejes de pensar en cosas negativas. Sabes que te amo más que a nada, pero estas cosas no me gustan.

—¿Por qué? ¿Te molesta porque quizá sea verdad? — hablé sin pensar.

—Es por esto, desconfías de mí y cada vez se hace más grande, no me interesan las otras chicas, que se vayan al carajo.

—Lo siento mucho Aidan, eres todo para mí y no quiero perderte.

—Tranquila cariño, no me vas a perder nunca — habló dejando de lado su computadora y se acostó en la cama conmigo comenzando ha acariciar mis manos.

__________

Al despertar, no presencié lo de las otras veces. Aidan estaba a mi lado y noté que era bastante temprano, es decir, apenas eran las cinco de la mañana.

—Aidan, lamento mucho las cosas que dije ayer, no quiero ser una novia que sobrepiensa de tu amor.

—Tranquila, lo he notado; no permitiré que algo así termine con lo lindo que tenemos. Ven, duerme un poquito más.

Dicho eso me acurruco en su pecho con una sonrisa pequeña volviendo a dormir.

Hola bell@s, recordarles que duerman sus horas y tomen agua y seguir siendo concientes que nadie es mejor que nadie, las quiero <3