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𝗧odos parecían mirarla.
Algo que le molestaba, ya que siempre había sido observada por todos. Aun así, ella mantenía cierta distancia con las personas.
Esta vez simplemente sintió interés por ellos y se hizo amiga del Raimon. Entró al club de fútbol porque Endo le parecía muy genial.
Sin embargo, era tan agobiante que todos la miraran de esa manera.
Ghina no era tonta; sabía perfectamente que la observaban, pero no de buena manera. Sentía esas miradas llenas de control puro.
Lo comprobó cuando habló con un chico de su clase. Al día siguiente, el chico apareció con un moretón en el ojo y no quiso hablarle más.
Eso ocurrió cuando habló con él frente a Gouenji.
Gouenji no era tan tranquilo como parecía. Era un enfermo.
Ahora, Ghina mantenía una charla con Domon, un chico nuevo en la clase y en el instituto. Lo ayudaba a llegar a la dirección mientras conversaban tranquilamente.
Hacían bromas entre ellos mientras iban a las aulas y rápidamente formaron una amistad sana.
Ghina sentía más cariño por Domon que por el propio Endo.
¿Por qué? Porque Domon no la miraba de forma extraña, con control o con una expresión macabra. Domon la miraba con suavidad.
No había nada oscuro en sus palabras ni en su mirada.
No como Endo, Kazemaru, Gouenji y Someoka.
Ellos le daban miedo.
Llegó a su salón y se sentó en su pupitre mientras sacaba su cuaderno para tomar apuntes. Sin embargo, no escribía nada; solo hacía garabatos.
Aun así, sabía que obtendría una nota perfecta sin prestar atención.
Más tarde, llegó la hora del club. Se arregló en el baño de mujeres y se dirigió a la sede del club.
Ahí estaba Domon. Ghina le sonrió, y él le devolvió la sonrisa.
"¿Ya se conocen?" preguntó Someoka con un tono molesto.
"Lo conocí en la mañana. Lo ayudé a llegar a la dirección".
Someoka soltó un "tks".
Después de eso, comenzaron a entrenar una nueva técnica que Ghina había sugerido. Kabeyama y Gouenji estaban practicándola mientras Ghina ayudaba a Matsuno a realizar algunos pases.
Matsuno tenía un gran potencial para regatear y robar el balón.
"Matsuno, tienes que observar los movimientos de tu oponente. Mira sus ojos y sabrás lo que planea hacer" le aconsejó Ghina, y Matsuno asintió.
Ambos disputaron el balón, y Matsuno logró descifrar lo que Ghina iba a hacer al observar sus ojos. Sin embargo, Ghina fue más rápida y elevó el balón antes de que él lo robara.
"¡Bien hecho, Matsuno! Casi me robas el balón 😊".
"¿E-En serio? Gracias °\•\°".
"¿Estás bien? Estás rojo" comentó Ghina mientras ponía su mano en la frente de Matsuno.
El chico solo se sonrojó aún más. Pero ese momento adorable fue bruscamente interrumpido por Kazemaru, quien tropezó y cayó al suelo.
Llamó la atención de Ghina.
"Me duelen los brazos" murmuró sujetándolos, completamente rojos.
Matsuno pensó: ¿Qué tienen que ver los brazos con tus pies? Maldito afeminado.
Ghina suspiró un poco. De verdad ¿serían capaces de tirarse de un edificio con tal de conseguir su atención?
"Mejor vayan a descansar. Están hechos polvo".
"¡No, aún no es suficiente!", gritó Gouenji mientras volvía a saltar.
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Llega el día del partido contra la escuela Salvaje, cuyos jugadores parecían cavernícolas caballeros.
¿Caballeros? Sí, porque trataban a Ghina con delicadeza e incluso coqueteaban con ella.
Ghina no decía nada, pero se le notaba lo sonrojada que estaba. Se veía linda, pero el equipo Raimon no quería que ese sonrojo se debiera a que Suizenji, uno de los jugadores rivales, le había guiñado el ojo.
"Lobita" la llamó con un apodo tierno, y Ghina se puso como un tomate.
El equipo Raimon solo observaba, frustrado, porque si golpeaban a Suizenji, serían expulsados del partido.
El partido continuó, y gracias al manejo del balón de Ghina, lograron empatar. Ghina animó a Kabeyama para que realizaran juntos el Gol Relámpago.
Ghina regateó y robó el balón a Suizenji "Creo que te tengo abajo, pequeño".
El chico se puso completamente rojo, embobado hacia ella.
"¡El Raimon gana 2-1!".
Al terminar, el Raimon se preparaba para regresar, pero Suizenji se acercó a Ghina. Ella estaba distraída mirando a sus compañeros, sin notar su presencia.
Sintió un roce suave en la mejilla y volteó. Era Suizenji, quien tenía un sonrojo y una sonrisa en su rostro.
Ghina se sonrojó, y el Raimon gritó furioso: "¡💢💢😡🤬!".
"Nos vemos, lobita" le susurró al oído, haciendo que Ghina se sonrojara aún más.
"Claro, pequeño", respondió de manera coqueta, haciendo que él se pusiera como un tomate.
Suizenji se alejó, y Ghina suspiró. "Eso fue algo raro...Aunque muy tierno".
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ᗯᗩᑎTEᗪ ♡ || Iᑎᗩᘔᑌᗰᗩ EᒪEᐯEᑎ YᗩᑎᗪEᖇE × ᖇEᗩᗪEᖇ
FanfictionInazuma Eleven Yandere Harem × Reader Ellos amaban. ¿Amaban inocentemente? No, estaban enfermos. Enfermos de un amor posesivo y asqueroso. Ghina Hellsing llega a Japón, ciudad Inazuma, entra en la escuela Raimon y se une al club de fútbol. Sin esper...