ᗯᗩᑎTEᗪ ♡ || Iᑎᗩᘔᑌᗰᗩ EᒪEᐯEᑎ YᗩᑎᗪEᖇE × ᖇEᗩᗪEᖇ

ᑕᕼᗩᑭTEᖇ TEᑎ

Habían hecho un campamento en la escuela.

Cuando Ghina llegó, todos la miraban alegres e incluso habían puesto su futón ya.

Su futón estaba al medio de Gouenji y Endo, eso le hizo asustar.

"Iré a hablar con el señor Hibiki" murmuró dejando su mochila en ahí, sacando su teléfono.

Cuando encontró al señor Hibiki, le explicó todo.

"Entonces dormirás conmigo a mi lado" la cama del señor Hibiki estaba en el salón de al lado, estaba con el de los demás profesores.

Ghina asintió y rápidamente corrio hacia el salón dónde dormirían los demás.

"¿Pasa algo Ghina?" Pregunta Matsuno.

"Oh, bueno, el señor Hibiki que no puedo dormir con tantos chicos en la sala, por lo cual me pidió que vaya a otro salón" respondió doblando su futón, intentando no verse feliz por eso.

Salió del salón siendo mirada atentamente por todos los enfermos.

Dejo su futón en el suelo, al lado del futón del señor Hibiki, para luego dejarse caer en ahí y dormír.

No paso mucho para que el señor Hibiki le despertara y le avisará que la comida estaba lista.

Cuando fue a comer...

"La niña tierna".

Le apretaron los cachetes los viejitos.

"😊".

Ella sonríe esperando a que dejen de apretarle los cachetes para ya poder comer.

"💧".

Y luego de eso, van a hacer que Endo practique con aquella máquina que le ayudará a realizar La mano demoniaca.

Ghina solo veía a Endo desde lejos, no tenía un aprecio hacia Endo como ella quisiera.

Endo estaba mal y Ghina lo sabía, Endo la miraba extraño, hacía cosas malas y la controlaba.

Todos ellos la controlaban y Ghina lo sabía.

Por eso ella se mantenía con Domon e Ichinose, aún sabiendo que ellos estaban enfermos como todos.

Sus opciones ahora eran limitadas, no podia volver a Estados Unidos por motivos personales, por documentos que tenían que ser renovados y todo eso.

Y ella no pensaba decir a sus hermanos sobre todo esto, si sus hermanos se enteraran de esto.

Ghina pasaría mucho tiempo encerrada en su casa.

Había pasado ya un tiempo, ya era de noche y bastante tarde.

Ghina tenía sueño, pero no podía dormirse, tiene miedo de que ellos hagan algo malo y el señor Hibiki está con Endo.

Debe de esperar hasta que llegue la hora de ir a dormir.

•••••

Después de aquello ya era el día del partido, Ghina estaba viendo el estadio.

Lleno de gente, gente que la alababa por ser una Hellsing, su club de Fans que tenía en el Raimon.

No escucho aquel discurso que dió Endo, de verdad que no tenía ganas de escuchar a Endo, tenía cierto rencor con todos los de su equipo.

Pero debía de mantenerse al margen y no levantar sospechas de que cuando esté partido acabe se irá del país para siempre.

Solo unas horas más y se largaria del país, solo unas horas mas y no tendrá que sentir esas miradas tan macabras en ella.