ᗯᗩᑎTEᗪ ♡ || Iᑎᗩᘔᑌᗰᗩ EᒪEᐯEᑎ YᗩᑎᗪEᖇE × ᖇEᗩᗪEᖇ

ᑕᕼᗩᑭTEᖇ ᑎIᑎETEEᑎ

Al día siguiente, en la madrugada la caravana se había puesto en marcha ya con Ghina en esta.

Los exámenes de Ghina habían resultado mejor de lo que esperaba la chica, de hecho, Ghina hubiera querido que el examen médico resultase mal y poder quedarse en la ciudad Inazuma.

Lo único bueno de sus medicamentos para que su fiebre pase, era que no podía jugar en los próximos partidos.

"Me ha llegado un mensaje del Señor Hibiki, me ha dicho que Kageyama ha creado El Verdadero Instituto Imperial" anuncio la entrenadora.

Y claramente el Raimon se sorprendió bastante, otra vez Kageyama volvía y no era algo que les agradaba a los chicos.

Pero a Ghina, Ghina se emociono ante la idea de poder volver a ver al señor Kageyama.

Era después de todo la persona que le había enseñado a realizar sus jugadas estratégicas.

Pero no podía demostrar su emoción, sabiendo bien que Kageyama no había hecho buenas cosas, sabiendo el rencor que le tenía el raimon a el.

Pero hubo algo que no cuadraba con lo que decía el mensaje que el señor Hibiki había enviado, así que silenciosamente tuvo que hablarle al señor Hibiki y preguntar sobre eso.

Por suerte nadie se dió cuenta.

¿Y que no cuadraba de aquel mensaje que el señor Hibiki había enviado? Fácil, el señor Hibiki ya no era tan joven y no sabía poner espacio en los mensajes.

Era su principal sospecha, bien podría ser que alguien le haya enseñado pero no está de más preguntar.

Y bingo, sus sospechas fueron correctas al leer que el señor Hibiki no había escrito ningún mensaje hasta ahora.

¿Entonces quien habrá enviado el mensaje? No puede ser del señor Kageyama, la ortografía de Kageyama es perfecta y el mensaje no tenía tan buena ortografía.

Incluso no había tilde y comas, el señor Kageyama era muy recto y responsable en eso.

Podría ser un adulto o un jovenzuelo, solo quedaba llegar hasta la ubicación y descubrirlo por si misma.

Pasaron horas hasta que llegaron a la dirección. Pararon en una gasolinera para poder cargar la caravana y poder estirar los músculos.

Ghina estaba sentada en unas cajas viendo a sus compañeros charlar entre si, no podía comer helado o cualquier cosa.

Aún así estaba disfrutando su tranquilidad, no había ningún enfermo cerca de ella por el simple motivo de que la entrenadora estaba ahí.

Nadie quiere levantar sospechas de la entrenadora.

"No te olvides de tus medicamentos" recordó la entrenadora.

"Si, es en unos minutos-".

Ghina sentía un balón dirigirse a ella, por reflejo devolvió el balón, al ver quien fue el que le envío el balón.

Se sorprendió por la macabra sonrisa del chico.

Y una vez más, Ghina sentía el terror inundarse en su cuerpo, esos ojos.

Esos malditos ojos de siempre, la volvían a mirar ¿Porque todos tenían la misma mirada?.

Odiaba esos ojos, los odiaba a todos.

La entrenadora al ver a Ghina así de estática o paralizada, puso su mano en el hombro de ella y le dió una mirada como diciendo: estoy aquí para tí.

Después de realizar algunas preguntas y discutir, se descubrió que aquel chico de Nombre Akio Fudou era el que había enviado el mensaje.

Ghina se mantenía callada, después de todo ella no quería hablar sobre todo con aquel chico.